Luego de los incidentes que causaron su cierre temporal, hay cambios en la entrega de alimentos preparados para grupos vulnerables.
Redacción IBARRA
Las puertas del comedor municipal de Ibarra volvieron a abrirse luego de 10 días de su cierre temporal, por incidentes entre quienes se acercaban al lugar a pedir una de las dos raciones alimenticias que se entregaban a grupos vulnerables.
Miryan Tafur, responsable municipal de la Dirección de Atención a Grupos Prioritarios, explicó que en el lugar, ubicado en el barrio Yacucalle, en el Centro Integral Nuestros Abuelitos, la repartición de comida se retomó tras analizar la situación y establecer nuevos protocolos de atención.
Según Tafur, luego de los incidentes que obligaron al cierre del lugar, se organizaron mesas técnicas con moradores del sector y representantes de ONG involucradas en el proyecto, como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), donde se tomaron decisiones que permiten continuar brindando la atención a quienes lo necesitan.
Una comida al día
Entre los cambios que presenta el servicio de comedor municipal, que entrega 300 platos de comida al día de forma gratuita, está el brindar una sola ración alimenticia, en un solo horario, pues antes se lo hacía dos veces en cada jornada, en la mañana y al mediodía.
“Es una comida más completa que se entrega desde las 09:00 hasta las 11:30. El actual protocolo establece que el 50% de los 300 servicios de alimentación que se entregan son para ciudadanos de la población de acogida del cantón Ibarra y el otro 50% es para ciudadanos en calidad de movilidad humana”, expuso Tafur.
Sin embargo, resaltó que la prioridad es atender a grupos de familias y a referidos por las ONG, pues no están permitiendo la entrega de alimentos a jóvenes solos, precisamente por los incidentes previos que obligaron a cerrar el lugar.
Además, mencionó que al establecer un solo servicio de alimentación al día, lo que buscan es que las personas lleguen, se sirvan la comida y se retiren del sector, que era uno de los factores que causaban molestias en los vecinos del barrio.
“Lo que causaba inconvenientes a los ciudadanos de aquí de los alrededores es que las familias llegaban a recibir el primer servicio de alimentación a las 07:00 y luego se quedaban en los alrededores hasta las 12:00, cuando recibían el segundo servicio de alimentación, para luego quedarse hasta las 14:00 en las alrededores. Esto hacía que incremente el riesgo de delincuencia y también que se ensucien los parques y lugares públicos que nos rodean, lo que molestaba obviamente al sector de Yacucalle”, aseguró.
Requisitos a cumplir
Otro de los cambios que se han establecido es la entrega de tarjetas de diferentes colores para la repartición de la alimentación de las personas que acuden diariamente, lo cual permite tener un mejor control, tras una precalificación de cada uno de los ciudadanos, tanto nacionales como extranjeros, quienes pueden acceder a los alimentos por 30 días, con la posibilidad de extenderse hasta 90 días.
“Tenemos una tarjeta para los ciudadanos de población de acogida, otra para los ciudadanos en movilidad humana, y un tercer color para las mujeres en estado de gestación que requieren de nutrición complementaria (…). Esta tarjeta puede ser renovada durante el máximo de tres meses, es decir los 90 días que nos da el convenio”, detalló.
Quienes necesiten acceder a este servicio deben obligatoriamente presentar documentos como la cédula o el pasaporte, para que los monitores de la Alcaldía de Ibarra levanten una ficha social y puedan entregarles la tarjeta correspondiente.
Evalúan continuar en 2024
Desde la Dirección de Atención a Grupos Prioritarios, junto a otras dependencias municipales y grupos civiles externos, analizan la posibilidad de desarrollar otro tipo de comedores comunitarios y comedores móviles, con la finalidad de que se pueda prestar el servicio en el 2024, bajo otros parámetros.
Tafur argumentó que esto ha sido un pedido del alcalde Álvaro Castillo, por lo que durante estas semanas tendrán nuevas mesas técnicas que buscan consolidar propuestas viables que permitan seguir atendiendo a grupos vulnerables y garantizar la seguridad ciudadana.
“La máxima autoridad de la ciudad tiene que mantener reuniones con las entidades cooperantes, pues hasta finales del mes de octubre se hace una evaluación por parte de ellos sobre la factibilidad de la renovación del servicio. Y también el alcalde Castillo va a analizar todos los hechos y acontecimientos que se han presentado para ver si es factible o no la renovación de estas alianzas”, anunció.
“Estamos conscientes de que es una excelente ayuda, pero lastimosamente, a veces, por algunas personas pagan todos. En el sentido de garantizar también la seguridad de la ciudadanía, de que se mantengan los adecuados protocolos y también cuidar el espacio público, tenemos que analizar esto en una mesa técnica, en donde nosotros también vamos a presentar propuestas y recomendaciones a la máxima autoridad con el apoyo de la sociedad civil”, finalizó.