Carchi y Nariño viven una conexión histórica

En Carchi existen diversos museos donde se guarda la historia de los Pastos.

Los pobladores de ambas regiones, de Ecuador y Colombia, provienen prácticamente de una misma cultura ancestral. Incluso, comparten los mismos apellidos, utensilios, tejidos y más. 

CARCHI. – A pesar de estar en países diferentes, la provincia de Carchi, en Ecuador, y la región de Nariño, en Colombia, mantienen una conexión histórica que en lugar de desaparecer se ha ido fortaleciendo con el tiempo, dejando a la frontera política como una línea imaginaria en las actividades cotidianas de ambas poblaciones. 

Según diversos historiadores, las poblaciones que habitaron estos territorios son descendientes de varias culturas ancestrales, como los Pastos, Quillacingas, Abades, Tumacos, Aiwas, Sindaguas y otros ubicados hace miles de años en el territorio que hoy se extiende en el sur del departamento de Nariño y norte de la provincia del Carchi.

Esto, resaltan, conlleva a la existencia de un nexo natural histórico entre el sur colombiano y el norte de Ecuador, fortalecido por las actividades cotidianas de sus habitantes, por lo que resulta difícil deslindar los dos países, en términos de coexistencia social.

Históricamente, se señala a los pobladores carchenses y de Nariño como parte de la descendencia de la cultura Pasto, la cual presentó una ubicación geográfica desde la antigua población de Tuza (San Gabriel) en el Ecuador, avanzando por los altiplanos de Túquerres, Ipiales, Tulcán y zonas aledañas a las elevaciones del Cumbal, Chiles y Colimba.

Luis A. Ibarra Revelo, investigador carchense, en una de sus publicaciones señala que utensilios, cerámica, nombres de sitios, apellidos de personas y más, son los principales legados del pueblo Pasto en parte del territorio carchense. 

Identifica al Sol Pasto, que siempre se lo encuentra en la cerámica del altiplano nariñense y del Carchi, como una figura que hasta la fecha está impregnada en artesanías, en los tejidos y otras manifestaciones culturales, lo que demuestra que se lo utilizó como distintivo entre habitantes precolombinos.

“Al Sol Pasto lo encontramos en la provincia ecuatoriana del Carchi, como símbolo de identidad, especialmente en la cerámica encontrada en los cantones Espejo, Mira, Bolívar, Montúfar, San Pedro de Huaca y Tulcán. También en la poblaciones colombianas de Ipiales, en Carlosama, Cumbal, Tuerres, incluso en las estribaciones de las cordilleras Oriental y Occidental”, expone.

Por parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador se afirma que la cultura Pasto existió entre los años 700 y 1.400 d.C., hasta ser invadidos por los Incas y posteriormente dominados por los españoles. 

“El pueblo conocido como los Pastos habitó la zona interandina comprendida entre el río Chota – Mira, provincia de Carchi, hasta la cuenca del río Guáitara, territorio colombiano y actual ciudad de Pasto”, detallaron.

Agregan que en su mayor parte, esta población estuvo concentrada en las mesetas onduladas de los altiplanos, por lo que en lo que hoy es Ecuador existieron cuatro unidades sociopolíticas de importancia: Tulcán, Tuza, Guaca y Mira (Chontahuasi).

“Entre sus manifestaciones culturales se han encontrado tres distintos estilos para la decoración de sus recipientes cerámicos; cada uno sugiere diferentes interpretaciones en torno a tres grupos sociales: Capulí, Piartal o Tuncahuán, y Tuza o Cuasmal”, relatan.