Se promueve programa Muru en Tonchigüe para erradicar la violencia de género

El programa va dirigido a mujeres, jóvenes para abordar temas de erradicación sobre violencia de género y crear semilleros de negocio

El proyecto consta de varias fases y es una propuesta financiada por la Generalitat Valenciana y ejecutada por Paz y Desarrollo (PyD), Fundación Lunita Lunera (FULULU) y Fundación Monseñor Cándido Rada (FUNDER), con el apoyo estratégico de organizaciones y gobiernos locales en las provincias de Cotopaxi, Noroccidente de Pichincha y Esmeraldas.

Intervención en la ruralidad

MURU hace alusión a semilla mujeres rurales diversas. En la provincia de Esmeraldas, el programa se ejecutará en el cantón Atacames, especialmente en la parroquia Tonchigüe por el hecho de tener altos índices sobre violencia hacia la mujer.

Ana Navarrete, gestora del proyecto, expresa que previamente se hizo una ruta de evaluación sobre violencia en la zona y con el proyecto se da continuidad a estos procesos. Las zonas donde existen mayor índice de violencia son en Voluntad de Dios, Brisas del Mar, zonas rurales de Tonchigüe donde de cada 10 mujeres 7 están padeciendo violencia física o psicológicas y 3 se ven afectadas por violencia sexual según cifras de la gestora. “Se crearán modelos de negocio y vida para que la mujer no este sujeta a su maltratador, sean independientes”, aseguró Navarrete.

Actividades

MURU tiene como objetivo contribuir a la erradicación de las formas de violencia contra las mujeres, jóvenes y niños/as, desde su empoderamiento social, económico y político en las comunidades rurales, generando condiciones de vida dignas y resilientes.

PROYECTO. El proyecto durará 20 meses y tiene como fin erradicar la violencia de género

Durante 20 meses se trabaja en 3 líneas de acción que son: fortalecimiento de capacidades de mujeres y jóvenes a través de una Escuela de lideresas, talleres sobre derechos reproductivos y sexuales, y espacios de participación ciudadana. Fortalecimiento del Sistema de Prevención y Erradicación de la Violencia de Género del cantón Atacames a través de capacitación al funcionariado publico y difusión de la ruta de prevención de la violencia de género en el sector rural. Favorecer la autonomía económica de mujeres y jóvenes a través de una formación técnico-profesional y de capital semilla.

Talleres

La primera fase empieza en tres planteles de Tonchigüe que son Unidad Educativa Basica Quito, Tonchigüe, y en Atacames, donde las aulas educativas se convertirán en escenarios para abordar junto a los jóvenes temas de derechos sexuales y reproductivos, qué hacer en caso de violación, cómo erradicar la violencia desde los hogares son algunos de los temas. Se tiene previsto que desde el 12 de septiembre empiecen los talleres con previa autorización de las autoridades del plantel.

Mientras que la segunda fase comprende la sensibilización a las autoridades públicas, sin embargo esta quedaría aplazada para retomarla luego de la época electoral aseguró Navarrete.

Visitas a territorio

A finales de noviembre hasta diciembre empieza la travesía de visitas a territorio donde un grupo de personas se desplazarán hacia donde están las mujeres en plan de socialización del proyecto y para los talleres de capacitación profesional.

Microemprendimientos

Para la tercera etapa de fortalecimiento sobre las capacidades en mujeres víctimas de violencia se tiene planificado que al final de todo el programa se entregará un microemprendimiento a 40 mujeres, las cuales recibirán esta ayuda a través de 450 dólares en materiales acorde al proyecto de negocio. Se aspira llegar a más féminas con esta iniciativa que ya fue efectuada en el cantón Muisne, Esmeraldas, Tonchigüe, Bunche, Estero de Plátano donde 200 mujeres poseen su semillero de negocio.

Las féminas que desean formar parte de la actividad y se sientan víctimas de violación de género pueden comunicarse al correo [email protected], para obtener mayor detalle del programa que es en beneficio de las féminas.

Finalmente Navarrete concluye que aquellas mujeres que atraviesen por situación de vulnerabilidad especialmente de la parroquia Tonchigüe no están solas. “Nunca es tarde para volver a iniciar, desde los hogares se debe dejar de formar príncipes o princesas y empezar a construir personas forjadoras de una sociedad productiva”, dijo la gestora social del proyecto. (CS)