Respira y dí sí a la vida

Orquestar nuestro sistema mental, emocional, corporal con la respiración, nos desacelera en el momento justo que nos arrojamos sin conciencia a entregarnos a nuestro mundo emocional.

La respiración te da la pausa para observar y observarte, cuidar la relación contigo y que no sientas culpa futura por alguna palabra dicha sin sentir y en la relación con los demás que puedes generar distancia.

Al inspirar, los músculos que se encargan de la respiración se ensanchan y se fortalecen físicamente, cuando generas una intención (amor, confianza, seguridad,esperanza), estás creando fuerza mental, cuando los pulmones están llenos lo único que puedes hacer es soltar el aire, no necesitas empujar ni forzar, ni soplar sólo tienes que soltar.

 

Vamos a practicarlo

Respiración profunda  4-8-8

Este es un ejercicio que aumenta la cantidad de oxígeno en todo el cuerpo.

  1. Siéntese en una silla de apoyo o recuéstate en la cama.
  2. Inhale por la nariz durante 4 segundos.
  3. Aguante la respiración por 8 segundos, si puede (véase la figura 7).
  4. Exhale por la boca con los labios fruncidos (como cuando sopla velas) durante 8 segundos.
  5. Relájese por un segundo o dos y repita 3 veces.

Todo momento es perfecto para que le dediques tiempo a hacer una pausa y respirar. Busca estar presente y consciente de tu respiración en tu día a día, respirar es un voto de confianza y de decirle sí a la vida.

Como decía una de las oraciones de San Francisco: «Señor, que yo sea un instrumento de paz, donde haya odio, permíteme sembrar amor; donde haya una herida, el perdón; donde haya duda, la fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya oscuridad, la luz».

Por: @Maleka.Psicoterapeuta

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