¿Qué hacer para salvar la vida antes o durante una erupción volcánica?

Autor: Alberto Lobo-Guerrero Sanz | RS 55

Durante una erupción volcánica varias cosas pueden afectar seriamente la salud de las personas. Acá resumo algunas de las principales y presento algunas maneras de mitigarlas, a propósito de la inminente erupción del volcán Cotopaxi en Ecuador.


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El calabozo tiene una superficie de 80 metros cuadrados. Una parte del piso es de piedra y la otra de madera, que ha ido reduciéndose con el paso de los años. En una de sus esquinas hay un excusado, un urinario y un grifo de agua con un pequeño estanque lleno de inmundicias. Empotradas en el piso y en las paredes están once literas, pero sólo siete son utilizables pues las otras carecen de tablas que permitan sostener el lecho.

Recomiendo que lean este texto en familia y que planeen con anticipación lo que van a hacer en caso de que ocurra una erupción violenta.

Deben prever a qué lugar irá cada miembro de la familia durante el inicio de una erupción violenta, y dónde deben luego encontrarse, cuando pase la erupción.

Es preciso prever qué hacer si la erupción ocurre de día en una jornada de colegio, si ocurre un domingo por la tarde, o si ocurre de noche… Deben tener en cuenta que la erupción puede durar varias semanas, y que en ese tiempo puede que no haya energía eléctrica (para cargar celulares y comunicarse). Es muy importante ubicarse en los lugares más altos y ventilados durante cualquier erupción volcánica.

Hay que taparse la cara, boca y ojos con un trapo húmedo, para evitar problemas respiratorios debidos a la inhalación de partículas finas que pueda haber en el aire.

La ceniza fina también puede afectar los ojos.
El trapo hay que irlo lavando frecuentemente.
Al partir para alejarse del peligro es preciso llevar ropa abrigada, así como zapatos resistentes y cómodos, porque puede que sea necesario pasar varios días a la intemperie. También es bueno llevar varios litros de agua potable, alimentos para varios días, una manta, un poncho impermeable, una navaja, un pequeño radio de pilas, un par de juegos de pilas nuevas, papel higiénico, velas y fósforos.

Pueden añadirse algunos medicamentos básicos de primeros auxilios y un par de mudas de ropa interior. Idealmente, tal equipo personal debe tenerse preparado en un pequeño morral y estar listo en la puerta de la casa o del trabajo. Así estará disponible si se requiere en una emergencia. Durante una erupción volcánica pueden emanar enormes volúmenes de gases tóxicos. Tales gases pueden ser, por ejemplo, monóxido de carbono, dióxido de carbono o ácido sulfhídrico (el que huele a huevo podrido). Si una persona se halla dentro de una nube de gases que no se pueden respirar, morirá por asfixia.

Algunos gases pueden ser más densos que el aire y se acumulan en las partes bajas. Por eso, es importante no permanecer en las partes bajas de los valles, sino en los puntos más altos y ventilados.

Además, por los valles también pueden avanzar grandes crecidas de lodo (llamadas lahares), que pueden arrastrar casas y ahogar personas. Corren con gran energía y probablemente dañen puentes e infraestructura.

Estos se producen por la repentina abundancia de agua que genera el deshielo de la capa que cubre el volcán, que corre por el drenaje, arrastrando todo lo que está a su paso. Hay otra serie de amenazas violentas que pueden afectar las inmediaciones del edificio volcánico. Entre otras, se encuentran las oleadas piroclásticas.

Estas son unas emanaciones de gases incandescentes con ceniza, que pueden brotar del volcán a enorme velocidad. En algunas ocasiones incendian y cubren todo en su camino.

Resultan muy peligrosas para los seres humanos. Por lo general, corren por laderas del volcán y luego se mueven por los valles.

Finalmente, es bueno salir caminando para alejarse de la zona de peligro, y avanzar por los filos más que por los valles. No es conveniente moverse en vehículos, porque las carreteras pueden atascarse con exceso de autos, quedando inservibles.
Muchas carreteras corren por los valles, y los valles son peligrosos. Quedarse dentro de un vehículo en un valle puede resultar inconveniente.

El ideal es que la familia pueda desplazarse a tiempo (antes de la erupción) a un lugar ventilado y alto que se encuentre a varios centenares de kilómetros del lugar de la erupción. Acomodarse con parientes o amigos mientras pasa la emergencia es lo mejor.

Es de sentido común atender las recomendaciones de las entidades encargadas de atender y manejar la emergencia.

Ellas informarán sobre lugares seguros donde permanecer, repartirán alimentos y ofrecerán ayuda durante la emergencia. Generalmente se establecen programas radiales cada hora para informar a la población afectada.

En resumen, para sobrevivir lo ideal es estar en un lugar alto y ventilado, lo más lejos del volcán que sea posible. Esto lo escribe un geólogo, que durante muchos años ha estudiado los volcanes y su impacto.

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