El sexo en el climaterio

Autor:Dra Gladys Llanos Vega de Ordoñez. M.Sc
| RS 55

Las mujeres a partir de los cincuenta años se sienten muy atractivas y pretenden mejorar su nivel social y profesional. En la vida matrimonial los hombres pretenden que la mujer ama de casa que hoy son pocas continúen como tal. La mujer trabajadora y profesional que hoy son en una
gran mayoría se acoplan a los deseos y exigencias de ellos.


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Muchas mujeres durante años han sido madres hogareñas. Aunque con deseos de trabajar privadamente sus esposos no les han permitido y han realizado actividades para proteger a sus hijos, conducir el coche, vigilar las tareas de los niños, alimentar y amar a sus hijos, de pronto la mujer menopáusica parece que se desliga de todos y quiere empezar de nuevo.

En la década de los cuarenta y cincuenta la mujer realiza muchas obras sociales, y se desliga de todo y todos, evento que asombra a muchos maridos.
Una mujer menopáusica se preocupa menos por complacer a los demás y quiere complacerse a sí misma, etapa del desarrollo psicológico del cerebro femenino, impulsado por una nueva realidad biológica, porque emprende su último cambio hormonal. Con la Resonancia Magnética Funcional – IRMf, la constancia en el flujo de los impulsos a través de los circuitos cerebrales que estuvo con brotes y bajadas del estrógeno y la progesterona se estabilizan en los circuitos en su cerebro, que es una máquina más precisa y constante.

No se presentan los circuitos de respuesta rápida en la amígdala, que alteraban velozmente su visión del mundo justo antes del período, impulsando al cerebro femenino algunas veces a ver tinieblas que no existen. Los circuitos cerebrales entre la amígdala procesador emocional y el córtex prefrontal área del análisis y enjuiciamiento de las emociones son totalmente funcionales y coherentes.

La amígdala se le sigue iluminando más que la de un varón, cuando la mujer ve una cara amenazante o se entera de una tragedia, pero ya no rompe a llorar con tanta facilidad como a veces ocurre.

El promedio de edad de la menopausia es de cincuenta y un años. Doce meses después de que los ovarios dejan de producir las hormonas que impulsaban sus circuitos de comunicación y de emoción con el afán de promover, cuidar y evitar conflictos a toda costa, los circuitos siguen existiendo, pero las hormonas femeninas se agotan y no tienen empatía con las emociones ajenas y esa creencia causa un importante giro en cómo se percibe la mujer en la realidad que la rodea. Cuando desciende su nivel de estrógeno, también lo hace el de oxitocina.

Hasta la menopausia, el cerebro de la mujer ha estado programado por la delicada interacción de las hormonas, el contacto físico, las emociones y los circuitos cerebrales que cuida, remedian y ayudan de cualquier forma a los que están a su alrededor. En lo social, a la mujer se la reconoce siempre para que complazca a los demás, la necesidad de establecer contactos, la capacidad de leer las emociones pudieron algunas veces empujarla a ayudar, incluso en casos desesperados.

La mujer en el climaterio a partir de los sesenta desea ayudar a la gente a una escala más amplia, fuera de la familia. Cuando el nivel de estrógeno desciende, también lo hace la oxitocina, hormona de la conexión y el cuidado. Los circuitos cerebrales no cambian en el cerebro de la mujer madura, pero el estrógeno y la oxitocina se han debilitado, Esta verdad biológica representa un estímulo poderoso para seguir el camino, uno de los grandes misterios para las mujeres de dicha edad -y para los hombres de su entorno- es el modo en que los cambios de las hormonas afectan a sus pensamientos, sentimientos y la función de sus cerebros.

Perimenopausia y menopausia precoz
Las hormonas de la mujer han estado modificándose durante varios años antes de que comience la menopausia y se vuelve menos sensible al estrógeno, suscitando una cascada de síntomas que pueden variar de mes en mes y de año en año, que van desde los accesos de calor y el dolor de articulaciones, hasta la angustia y la depresión, además de otras patologías sobre añadidas. Los científicos creen actualmente que la menopausia se dispara por efecto de este cambio en la sensibilidad respecto del estrógeno dentro del cerebro, el impulso sexual puede cambiar radicalmente, desciende el nivel de estrógeno y también lo hace el de testosterona, el potente combustible del impulso sexual.

Algunas mujeres acuden a consulta en psiquiatría, porque muestran constantes alteraciones de humor, incluidas la irritabilidad, explosiones emocionales, falta de alegría y esperanza. En la perimenopausia igual que en la pubertad, hay cambios hormonales y la reacción psicológica es variable ante el estrés, preocupaciones por el aspecto y las reacciones emocionales desmesuradas por los comentarios de la pareja y el entorno.Ciertas mujeres requieren medicación y se asombran luego de tomar la medicación, cuán mejor se siente. Su cerebro necesitaba ayuda neuroquímica. Para un afortunado 15 % de mujeres, la perimenopausia de dos a nueve años antes de la menopausia, es como una brisa, pero para alrededor del 30% puede causar incomodidades serias y entre el 50 y 60% de mujeres experimentan algunos síntomas peri menopáusicos, por lo menos parte del tiempo.

Hay señales claras cuando se ha cruzado el umbral, hay primeros sofocos por la retirada del estrógeno. El hipotálamo modifica sus células reguladoras del calor haciéndole sentir súbitamente encendida, incluso a temperaturas normales. La respuesta del cerebro a la glucosa cambia con brotes y descensos bruscos de energía, apetencias de dulces y carbohidratos. Ello explica el aumento de peso en estos años. La baja del estrógeno afecta a la pituitaria, con suspensión del ciclo menstrual, la ovulación y la fertilidad.

La neurocientífica Louann Brizendine dice: “Que tuvo síntomas de síndrome peri menopáusico con irritabilidad y grandes cambios de humor y se resistió varios años a tomar hormonas igual que muchas pacientes. A los cuarenta y siete años, no podía dormir bien, me despertaba tan acalorada que a menudo tenía que cambiarme el camisón, por la mañana me sentía fatal: fatigada, irritable y a un punto de llorar y tomé estrógenos y Zoloft me sentí milagrosamente igual que antes”.

La falta de estrógeno baja los niveles de dopamina, norepinefrina y acetilcolina neurotransmisores que controlan el humor y la memoria, no es de sorprender que cambios notables del nivel de estrógenos influyan en una amplia variedad de funciones cerebrales.

Hay reportes de mujeres que presentan depresión, problemas del sueño, pérdida de la memoria e irritabilidad. Hay interés por el sexo o falta de él, junto con el descenso del estrógeno y la testosterona.

Ginocrisis de la mujer madura
Se llama así a la última menstruación que presenta la mujer al inicio del climaterio. Muchas mujeres experimentan una disminución de la libido. La reacción sexual cambia mucho durante estos años de hormonas erráticas, el 50 % de las mujeres de cuarenta a cincuenta años pierden interés por el sexo, son más difíciles de excitarse y ven que sus orgasmos son mucho menos frecuentes e intensos.

En la edad de la menopausia las mujeres han perdido también hasta el 60 % de la testosterona que tenían a los veinte años, hoy existe la terapia hormonal de sustitución con parches, píldoras y geles.

Los circuitos cerebrales del deseo sexual con la terapia de remplazo vuelven a encenderse por efecto de la terapia hormonal. Se recomienda a las parejas, terapia de reemplazo hormonal que protege la memoria y la vida sexual “.

La antropóloga Margaret Mead dice: “Que en esta etapa las mujeres sienten un entusiasmo posmenopáusico porque es una época de no preocuparse por el control de la natalidad, el síndrome premenstrual, los calambres dolorosos y otros inconvenientes ginecológicos mensuales. Es una etapa de la vida libre de muchos agobios y llena de posibilidades maravillosas. Seguimos siendo lo bastantes jóvenes para vivir la vida en toda su plenitud y disfrutar de las muchas cosas buenas que la naturaleza nos ha otorgado”.

Muchas mujeres, pueden sentirse tristes y desorientadas cuando sus hijos abandonan el hogar por primera vez, estos circuitos que evolucionaron durante millones de años en nuestras antepasadas, alimentados por el estrógeno y reforzados por la oxitocina y la dopamina, están ahora libres.

Otras parejas comienzan a viajar a los lugares que siempre quisieron conocer, sienten la satisfacción de haber educado a hijos maravillosos y bien formados. Hay parejas en esta etapa del climaterio pasan más tiempo juntos y florece su relación con amor y confianza mutuos, para ayudarse en esa transición vital y establecer nuevas normas para el camino que falta.

Cambios en el cerebro femenino en la menopausia
Cuando desaparece el estrógeno y la oxitocina también se extinguen las sensaciones físicas de tener que cuidar a los niños y tocarlos. Las madres humanas igual que la mayoría de mamíferos usan esa retroalimentación física de las caricias de piel a piel para activar y mantener los circuitos cerebrales proveedores y tutelares.

El contacto normal de vivir en la misma casa proporciona bastantes sensaciones para mantener amor y apego con los hijos, aunque estén crecidos. Sin embargo, una vez que dejan la casa, ya es otra historia. Si la madre esta menopáusica, las hormonas que construyeron, dotaron y mantuvieron aquellos circuitos cerebrales y no se agota hasta el final de la vida. La recomendación en los tiempos actuales frente a la mayor esperanza de vida para la mujer y su pareja hace que busquen la forma de prepararse más y ser productivos.

Cuando las mujeres son más jóvenes, hacen todo lo posible para evitar choques con sus parejas. En la menopausia para la mujer biológicamente se pierden, la mesura y los controles, es decir, los filtros del buen vivir con irritabilidad e ira. El efecto de la testosterona y el estrógeno en esta etapa, le ponen de manera similar a la mujer y al hombre. Los efectos tranquilizantes de la progesterona y oxitocina disminuyen en esta etapa. Siempre habrá desacuerdos en la pareja. En ocasiones se presenta el divorcio, porque ninguno de los dos reconoce la cambiante realidad de su cerebro.

Algunos estudios demuestran que las mujeres que son infelices en el matrimonio dan cuenta de más actitudes y enfermedades negativas durante los años de la menopausia. Es frecuente que en la vida de hogar los hijos hagan comentarios sobre la etapa de climaterio que atraviesan sus padres.Las estadísticas muestran que más del 65 % de los divorcios después de los cincuenta años, son iniciados por las mujeres. Hay casos de muchas mujeres que enfrentan a maridos infieles. Para algunas mujeres temas importantes como la conexión social, la aprobación, los hijos y el hecho de estar segura de que la familia permanezca unida dejan de ser su preocupación primordial.

Esta modificación de la visión del mundo que se registra en la vida de estas mujeres al parecer obedece a los cambios químicos del cerebro femenino. Para que no existan estas crisis por los cambios hormonales es prioridad educar y tener conocimiento sobre estas alteraciones para que no haya resultados negativos.

Vida en soledad
Aquellas mujeres que por viudez o por divorcio viven solas prefieren hacerlo así, a veces intentan encontrar pareja con quien poder hablar y compartir las alegrías de la vida. Hay investigaciones que examinan los defectos de un nivel bajo de oxitocina que provocan el descenso del estrógeno y puede conducir a ciertos cambios reales de conducta. En esta etapa del climaterio la pareja busca entretenimientos de índole intelectual y algunos continúan laborando en otras actividades después de la jubilación. Cuando llaman los hijos, siempre les alegra charlar con ellos y no se involucran tanto para ayudarles a resolver sus problemas.

Vidas renovadas
En el climaterio sobre todo la mujer demuestra una época intelectualmente de paz porque ha disminuido la carga de cuidar a los hijos. El trabajo y los logros personales pueden ser trascendentales para que una mujer y la pareja se sientan realizadas. Las mujeres que se hallan en etapas relevantes de su carrera presentan mejor satisfacción, independencia y rendimiento efectivo en la década de los cincuenta en adelante, además con los cuidados actuales presentan una salud física conservada. Louann Brizendine dice “después de la menopausia queda mucho por vivir y asumir un trabajo con apasionamiento, sea lo que sea, permite claramente a una mujer sentirse revitalizada y realizada”.

Sugerencias
Las mujeres presentan múltiples roles y actividades ejemplo cuidan a los padres y familiares ancianos, a los nietos y además se sugiere que asistan a clubes de lectura, para conservar la memoria. Cada quien en la pareja tiene que buscar vida propia por vivir. Los agobios de vivir la vejez y los temores a perder las libertades deben estar bien encaminadas para que se mantenga la relación matrimonial básicamente buena. La mujer en el climaterio muchas veces encuentra una nueva profesión productiva y que le permite realización personal fomentando su buena salud.

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