Guerra en Ucrania: rediseño del orden geopolítico

La invasión de Rusia a Ucrania marca un momento decisivo en la remodelación del orden geopolítico.

Redacción: Panaroma Global Boletín #17

La guerra de elección del presidente Vladimir Putin en Ucrania es un evento histórico mundial, que marca el episodio final del período posterior a la Guerra Fría y el comienzo de una nueva época. Los futuros escenarios geopolíticos que podrían resultar del desenlace del conflicto militar en el transcurso de los próximos años son inciertos: pueden ir hacia una nueva y volátil guerra fría que involucren activa y principalmente a Estados Unidos, Rusia y China; a un muy probable conflicto prolongado en Ucrania; o, con optimismo, como sostienen algunos estudiosos, a un acuerdo posterior a Putin en el que Rusia se convierte en parte de una estructura revisada de seguridad europea.

¿Por qué se inició esta guerra? La gran historiadora Margaret Macmillan, catedrática de Oxford, en un reciente artículo explica: “Como ha demostrado ampliamente la historia moderna, los mayores conflictos y sus resultados a menudo han sido moldeados tanto por el liderazgo personal como por factores objetivos como los recursos o la fuerza militar”. Es la guerra del presidente ruso, Vladimir Putin, sostiene, y de nadie más, al igual que la Segunda Guerra Mundial, en Europa, fue la de Adolf Hitler.

Y añade: “Putin se ve asímismo como un historiador y mira hacia atrás no solo a la Unión Soviética, cuya desaparición llamó “la mayor catástrofe geopolítica” del siglo XX, sino al reinado de Pedro el Grande (1672-1725), cuando Rusia se convirtió en el país dominante en el noreste de Europa.

Su largo ensayo de 2021 “Sobre la unidad histórica de los rusos y los ucranianos” utiliza su versión de la historia para argumentar que nunca hubo ni puede haber una nación ucraniana separada. Y se remonta aún más atrás, a la Rus de Kiev, el primer estado eslavo en el siglo IX, y a la conversión de los eslavos a la ortodoxia en el siglo X, que en la visión nacionalista rusa convierte a Rusia en la heredera legítima del Imperio bizantino”.Por su parte, el Presidente de Ucrania, Zelensky, un líder improbable antes de que comenzara la guerra ha definido, de manera eficiente y persuasiva, la notable resistencia de su país contra el ejército ruso, muy superior y ha convertido la causa ucraniana en algo que Occidente no puede ignorar.

Ha visibilizado internacionalmente, por todos los medios, el deseo inmensamente mayoritario de su población de continuar como un estado independiente, soberano y democrático, tal como se definió en el referéndum convocado en Ucrania en diciembre de 1991 en el cual el 98% de la población, incluida Crimea, votó que sí a la pregunta “¿Está usted de acuerdo en que Ucrania se separe de la URSS y seaun Estado independiente?”

El 5 de diciembre de 1994 se suscribió el Memorándum de Budapest (MB) entre la Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, en el que reafirmaron su compromiso con Ucrania, de conformidad con los principios del Acta Final de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa, de respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania.
El memorándum incluyó garantías de seguridad frente a las amenazas o el uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia política de Ucrania, así como la de Bielorrusia y Kazajistán. China y Francia más tarde consignaron análogas declaraciones individuales de garantía.

Como resultado, Ucrania cedió el tercer arsenal de armas nucleares del mundo entre 1994 y 1996. Por otro costado, en el Tratado de Amistad y Cooperación entre Rusia y Ucrania de 1997, Rusia reconoció la independencia e integridad territorial de Ucrania, incluida Crimea.

LA CRISIS DE CRIMEA

El 27 de marzo de 2014, en respuesta a la crisis de Crimea, en la Asamblea General (AG) de y las Naciones Unidas 100 estados aprobaron la Resolución 68/262 (Integridad territorial de Ucrania) en la que se afirmó el compromiso de las Naciones Unidas de reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político.

Crimea continúa anexionada a Rusia. Con su guerra de agresión contra Ucrania, iniciada en febrero del 2021, Rusia ha incumplido no sólo con el MB y el Tratado de 1997, si no que ha violado irresponsablemente principios y normas fundamentales del Derecho Internacional como la prohibición de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, a más de violaciones del derecho internacional humanitario en un conflicto armado, que pueden calificarse de crímenes de guerra.

La violación de la Carta de la ONU por un miembro permanente del Consejo de Seguridad como Rusia, que tiene el privilegio del veto, lo que comporta una mayor responsabilidad en el mantenimiento de la paz, es verdaderamente una ofensa a los Estados Miembros. Usó su poder de veto en el Consejo de Seguridad(CS) para bloquear un proyecto de resolución que pedía “el cese inmediato del uso de la fuerza contra Ucrania y que se abstuviera de toda nueva amenaza o uso ¡legal de la fuerza contra cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas”; detener la ofensiva y retirar total e incondicionalmente sus tropas y reafirmaba el compromiso del Consejo de Seguridad con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.

El veto de la Federación de Rusia impidió el 26 de febrero aprobar dicha resolución que contó con el voto a favor de 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. China se abstuvo.

La agresión rusa fue repudiada mundialmente. El ejemplo más contundente de rechazo a la invasión fue el voto favorable de 142 estados en la AG de la ONU exigiendo poner fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania. A inicios de abril de este año la AG suspendió a Rusia, por 93 votos a favor, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

También fue expulsada del Consejo de Europa después de 26 años, como consecuencia de la guerra de agresión, convirtiéndose en el primer país en ser expulsado en 73 años.

Colaboración especial de Hernán Escudero Martínez Director CEEI-UIDE y Editor de Panorama Global