Nuevo orden geopolítico: Rusia retirada del consejo de Europa

Veintiocho países de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobaron una resolución que pide el cese de actos que pueden constituir crímenes de guerra en Ucrania y que insta a revisar el “cumplimiento de los compromisos” de Rusia ante la Organización como país Observador Permanente.

Redacción: Panaroma Global Boletín #17

El repudio mundial y la violación de la ley internacional y de los principios de la convivencia civilizada entre estados no parece importarle a Putin. Le preocupa sí que su llamada “operación militar especial” no haya tenido el éxito rápido que él y sus jefes militares esperaban. En términos más amplios, el régimen ruso persigue garantizar su seguridad mediante la recuperación del rango de gran potencia, como lo tenía la Unión Soviética. Al controlar el espacio postsoviético e impulsar la Unión Económica Euroasiática (UEE) incluyendo a Ucrania, Rusia preveía fortalecer su posición internacional. Pero al negarse Ucrania a formar parte de la UEE y preferir una Asociación con la Unión Europea (UE) ese plan quedó muy afectado.

La estrategia rusa, en todos los casos (Moldavia, Georgia, Crimea, Donest y Lugansk en la región del Donbass de Ucrania) fue apoyar siempre a los secesionistas prorrusos, puesto que eso era una forma de mantener a las repúblicas que querían separarse de la URSS controladas mediante una minoría dentro de ellas, que impedía su consolidación como soberanas e independientes. Cabe una pregunta: ¿Hasta dónde tienen que llegar las fronteras de Rusia para que Rusia se sienta segura? Por su lado, el fin que persigue la Unión Europea (UE) es la estabilidad y prosperidad en su frontera oriental, habiendo exportado a las repúblicas ex-soviéticas sus programas de reformas económicas y políticas.

Cuantos más países de la antigua Unión Soviética asimilen los principios de la UE y en general de Occidente (Derechos Humanos, elecciones transparentes, igualdad ante la ley, estado de derecho, ausencia de privilegios de casta, etc.) más segura estará la frontera oriental y más podrá extenderse el mercado europeo hacia esos países, incorporándolos gradualmente.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia marca un momento decisivo en la reconfiguración del orden geopolítico internacional. Representa una ruptura en las relaciones entre Rusia y Occidente con profundas repercusiones para Europa y el mundo. El equilibrio del poder global será indudablemente afectado.

¿De qué manera? Intentaré resumir algunos probables escenarios. La brutal invasión de Rusia tiene como uno de sus objetivos destruir la soberanía de Ucrania y evitar que el país se una a la OTAN o la UE.

Anexar al menos una parte de Ucrania, creando así una zona de amortiguamiento entre Rusia y Occidente que también incluye a Bielorrusia y Kazajstán. Posiblemente y este parece ser uno de los objetivos específicos de la agresión rusa, ocupar y controlar la franja terrestre del Donbass a Crimea y toda la franja costera del Mar Negro, lo que sería gravísimo para Ucrania al cortársela su salida marítima. Estamos contemplando el enorme número de desplazados internos y de refugiados.

Algunos cálculos estiman en unos 10 millones de ucranianos que dejarán su país; es decir muy cerca de un cuarto de la población total, que es de 41 millones, con todo el impacto económico, financiero y social para los países de acogida, fundamentalmente los europeos del centro y del este del continente. Se ha evidenciado el repudio de Rusia a un orden internacional basado en reglas, liderado por Occidente. Se prevé un alejamiento de Rusia a Europa y la creación de una nueva división del continente, tres décadas después de la caída del
Muro de Berlín.

Señala el fin del orden posterior a la guerra fría. Sugiere un escenario mundial más inestable y peligroso. Puede profundizar la alianza estratégica de Rusia con China que fue calificada por los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin que “no conocería límites” Aislada del sistema político, económico y financiero internacional, Rusia se volverá hacia el este para cimentar su alianza con China, de la que se ha vuelto cada vez más dependiente.

La guerra probablemente acelere Una carrera armamentista mundial que ya comenzó hace pocos años tanto de las potencias nucleares como el incremento del gasto militar en países sin armas nucleares, como ha ocurrido recientemente con Alemania que invertirá 100 000 millones de euros en sus fuerzas armadas y aumentará el gasto en defensa a más del 2 % del PIB. Posiblemente también buscará con Rusia una suerte de disuasión en vez de distensión y reducirá su dependencia energética. Mientras persista la crisis en Ucrania, Estados Unidos limitará su inclinación hacia Asia, con repercusiones de seguridad y de otra índole para países como Japón y Corea del Sur.

La guerra profundizará la división del mundo en campos autoritarios y democráticos. Desde el 2012 Putin ha conducido a su país hacia el autoritarismo, la creciente corrupción, erosión de la libertad de expresión, la represión de la protesta política y la asfixia paulatina de la democracia. Es un régimen que puede ser calificado como una cleptocracia.

China, la segunda economía del mundo y con cada vez más influencia en todos los continentes se ha vuelto más autoritaria. La consolidación de una alianza Rusia-China, antioccidental y autoritaria hará aún más importante en el futuro la lucha por
la democracia.

Concluyo con algunas preguntas que muchos nos hacemos. ¿Lograrán Estados Unidos y Europa mantener unida la alianza occidental y continuar el apoyo firme a Ucrania en una guerra que posiblemente se prolongue muchos meses o más? ¿Usará Xi Jinping su influencia para persuadir a Putin de llegar a un acuerdo? ¿Que será aceptable para Zelensky y los ucranianos? ¿Occidente tendrá que prepararse a un largo y muy costoso esfuerzo por contener la agresión de Putin como lo hizo en la Guerra Fría con la Unión Soviética? ¿Cuán profundas serán las modificaciones de los flujos comerciales internacionales? ¿Podrá recuperar algún día Rusia la confianza del mundo y revertir su imagen de país agresor, violador de la ley internacional y autor de crímenes atroces? ¿Colapsará la economía rusa por el costo gigantesco de la guerra y las sanciones de Occidente? ¿Podemos avizorar en el mediano plazo el inicio de una época post Putin si el desenlace de la guerra le es adverso?

Colaboración especial de Hernán Escudero Martínez Director CEEI-UIDE y Editor de Panorama Global