Vivimos la época de sangre, como dice el dicho «todos los días no son Santa Lucía», si no es en la mañana, lo es en la tarde, en la noche o en la madrugada. Se tiñe de rojo la vida de los ecuatorianos por causas…desconocidas dicen… pero lo cierto es que alguna razón habrá para el crimen organizado.
Desde que se dio franquicia a la droga no sólo que aparecieron tantos y tantos ricos y poderosos sino que por probarla se orilló la muerte brusca, desalmada, horripilante, a hurtadillas, a cualquier hora y en cualquier lugar. Lo que ciertas personas no saben o no quieren saber es que es peligroso jugar al gato y al ratón y, el tiempo lo ha dicho: la mafia no perdona, se entra con facilidad pero vaya usted a saber cómo sale y a qué hora sale.
Hay quienes disfrutan a millares surgir o a millares millón, gozan, viaja, tienen lujos, salen de la pobreza de la noche a la mañana pero no tienen seguridad, viven ansiosos de todo, de tener rápido lo que no tuvieron y así mismo se irán cuando menos lo esperen con atos y garabatos.
Muy cierto su relato mi querida y estimada María Luisa ¿Por qué lo (s) mataron? eran buenos pero bueno para nada; se esfumó pronto su presencia y a veces en compañía de la familia y amigos visitantes.
Diariamente abundan los hechos luctuosos por sangre a raja tabla, las noticias nos informan de la barbarie criminal que a veces queda impune y otras veces por suposiciones silenciosas queda en el silencio y el olvido. Nuestro terruño patrio clama por seguridad, investigación delictiva pero no hay respuesta certera, hay que cuidarse, saber escoger a los amigos, permanecer en casa, regresar temprano al hogar, indicar a dónde y con quién se sale, en qué medio de transporte va?
Se tiñen de rojo no sólo las vías carrozables, la vivienda, un sitio recreativo, lugar de comida y esparcimiento sano, las calles, lugares comerciales o familiares, se hacen notorias unas ciudades más que otras, en fin, la desgracia ronda las calles y aparentes seguridades. Señora, señor, ¿sabe usted con quién anda su familiar? ¿por qué viaja tanto? ¿de dónde sacó tanto dinero? ¿se sacó la lotería? ¿cuánto tiempo trabaja en qué y porqué? Sólo Dios sabe la verdad.