Día internacional de la Paz

Autor: Dr. Walter Enríquez Vásquez | RS 85


La Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 determinó cada 21 de septiembre como el día de la Paz.

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La misma Asamblea estructuró los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mismos que se proyectan cumplirse hasta el 2030; estos 17 objetivos son:

Fin de la pobreza: Constituye un objetivo muy ambicioso y que, siendo positivos, no deberíamos llamarlo utópico; pues en el mundo se mantiene una cifra del 10% de la población en pobreza, lo cual implicaría alrededor de ochocientas mil personas. En el Ecuador los rubros son los siguientes: Tenemos pobreza en 27% de la población; en el área urbana, la pobreza pasó de 16,7% en junio 2022 a 18,0% en junio 2023, y en el área rural la pobreza subió a 46,4%, frente al 42,9% del año anterior. Hambre Cero: Se proyectan tres elementos eficaces: asegurar el acceso a los alimentos, incrementar los ingresos y garantizar la sostenibilidad mediante una agricultura sostenible. En Ecuador, “la desnutrición crónica infantil afecta al 27,2% de los niños menores de 2 años”.

Salud y bienestar: En este punto se pretende una tarea mancomunada de las Naciones con la participación estatal y privada debidamente planificada.
Aquí es oportuno replantear el tema de las vacunas, el uso de mascarilla y la prevención de la humanidad frente a epidemias y pandemias; previo estudio serio en la cualificación del mal y de los remedios; sopesando responsablemente el interés pecuniario de farmacéuticas y de ciertas casas de salud. Debiendo insistir el Ecuador en una norma de interés y ayuda pública en la prevención de embarazos, interrupción del mismo y sanidad mínima en favor de la mujer.

Educación de calidad:
Según los regímenes pro-capitalistas, pro-socialistas y pro-comunistas, la educación toma connotaciones sociopolíticas propias del sistema y lo fundamental es que la calidad cobre interés y realidad en lo: científico, académico, técnico, cultural, artístico, social, deportivo y humanístico.

Lo inadmisible es pretender reformar el pénsum de los diferentes niveles, con adoctrinamientos e incluso políticas psicosexuales, al margen de la ciencia y de la ética reconocida.

La educación, la tecnología y el acceso a la formalidad de la misma debe tomar un carácter cada vez más democrático y bajo el control de la familia, entes educativos y el propio estado, para que sea un verdadero vehículo hacia el desarrollo.

Igualdad de género:
En 189 países en un 40%, aún se limita la adquisición de tierras y propiedad Inmobiliaria en favor de la mujer y se mantiene discrimen en la remuneración de sueldos y salarios, de acceso a la educación e incluso por conceptualizaciones religiosas. La igualdad de género necesita un sacudon sustantivo desde las tareas domésticas que deben superar el machismo y crear nueva conciencia en favor de la familia y particularmente de los hijos.

Agua limpia y saneamiento:
Más de dos millones de personas carecen de agua potable que constituye un Derecho básico.

La red de agua potable es escasa, quizá muy limitada y la existente, de baja calidad, atento el tiempo de las tuberías y del escaso mantenimiento incluso en las grandes ciudades de nuestro país.

Sería interesante soñar en un agua mineralizada y vitaminizada; se debe también insistir en una campaña de no desperdicio.

Energía asequible y no contaminada: Es importante a esta fecha tabular y renovar de manera más pragmática el trabajo conjunto de estas Instituciones: La agencia Internacional de energía, la División Estadística de Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud.

Trabajo decente y crecimiento económico: se busca lograr la modernidad industrial y tecnológica en los sectores productivos. Se debe reformular el término -empleo- y hablar de ocupación laboral, inyectando el afán de libre empresa.

Industria, innovación e infraestructura: Esta trilogía va de la mano; debiendo nuestro país y varios de la región concretarse en la industria familiar, pequeña y mediana que proyecten a futuro hablar de la industria y gran industria; donde aglutine el campo, la artesanía y el comercio como elementos básicos.

Reducción de las desigualdades:
Las desigualdades no son solo socioeconómicas sino de educación y cultura, estas van de la mano; por ello incluso en la política de género se debe combatir de manera radical la corrupción pública y privada y con más fuerza, delitos específicos, en donde se incluye el femicidio.

Ciudades y comunidades sostenibles: Se mide población que vive en barrios marginales, asentamientos inadecuados o informales.

Debemos sumar cualitativa y cuantitativamente: la energía eléctrica, agua potable, el alcantarillado, servicio de trasporte público, de unidades escolares, entre otros.

Producción y consumo responsable: La producción en diferentes ópticas, partiendo de la alimenticia, y hoy más que nunca, sopesando el de las drogas; que en nuestro caso, es hora de abolir la famosa tabla de consumo, que ha permitido la muerte cruzada de niños, niñas, adolescentes y más congéneres a inmediato y mediato plazo.

Acción por el clima: Varias organizaciones se han comprometido a avanzar en este objetivo entre ellas: la Organización Meteorológica Mundial, Fondo Verde para el Clima, Red de Acción por el Clima, Viernes por el Futuro.

El axioma psicólogico y pragmático de que: acciones provocan reacciones, se evidencia en nuestro planeta más nítidamente con la acelerada presencia de fenómenos que debemos enfrentar como la corriente de “el Niño”

Todas las instituciones de las cinco Funciones del Estado, el pueblo y la población, debemos arrimar el hombro para con esta experiencia buscar alternativas energéticas y de explotación de la naturaleza más conducentes a la conservación, al respeto de todo tipo de vida y en especial de los seres humanos.

Vida submarina: Es indispensable ejercer práctica sobre metas específicas como: “reducir la contaminación marina; proteger y restaurar ecosistemas; reducir la acidificación de los océanos; pesca sostenible; conservar las áreas costeras y marinas; poner fin a las subvenciones que contribuyen a la sobrepesca; aumentar los beneficios económicos del uso sostenible de los recursos marinos”

El Ecuador perdió su hegemonía de 200 millas y debería luchar por retomarlas; con una verdadera actuación de la Armada Nacional y la ayuda internacional consiente, que evite el saqueo diario no solo de pepinos de mar sino, de múltiples especies submarinas y marinas de nuestras playas del continente y de las Galápagos.

Vida de ecosistemas terrestres: “Gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica”

A ello debemos sumar una minería, no solo legal sino científica y técnica que debe inquebrantablemente ser coparticipe el Ecuador como ente público y sin enajenar dominio y soberanía, más allá del tiempo en que debe durar el gobierno de turno y en caso de exceder, bajo pronunciamiento popular, especialmente de la zona.

Paz, justicia e instituciones sólidas: La paz antes que un término sociopolítico, constituye esencialmente uno de carácter conciencial-humano y por ello, todos debemos arrimar el hombro bajo un contexto de respeto y solidaridad con los demás. En cuanto a la justicia, esta no es producto de la aplicación de la ley exclusivamente, su origen está, en la versación y conciencia de los administradores de justicia, que deben distanciarse cada vez más de la corrupción y el crimen organizado, que viene de lo público y de lo privado.

Uno de los elementos vitales para mejorar la justicia radica en fomentar una capacitación permanente, una especialidad y una evaluación, al menos trimestral.

El concurso de Méritos y Oposición previo a los nombramientos de jueces de todos los niveles, debe ser público, sin excepciones.

El tiempo de duración, no solo en las justicia ordinaria sino en las colaterales, como por ejemplo, la electoral ameritan un estricto cumplimiento.

Todos los administradores de Justicia, incluidos los de Corte Constitucional deben ser responsables y por ello, no pueden existir “seres intocables”.

Hoy por hoy, debemos suprimir a los jueces constitucionales de primera instancia, con origen de todas las materias; porque no solo que es un absurdo jurídico, sino ético-social y que ha causado, especialmente con ciertos recursos de protección y habeas corpus, nefastos capítulos de “justicia” en el Ecuador.

Es hora de crear verdadera justicia Constitucional con jueces especializados en todos los niveles.

Alianzas para lograr los objetivos: Los objetivos nombrados están interrelacionados, aunque cada uno tiene sus propias metas que alcanzar.

Cada uno de los países debe estructurar y desarrollar políticas propias y al mismo tiempo de coexistencia para alcanzar los objetivos antes indicados.

Faltó un objetivo sustantivo e indispensable en toda hora para los pueblos, el cual es: el estudio geopolítico de la Democracia y por ello, ese elemento que empaña la libertad de acción y de compromiso, no solo en el voto sino en la vida de los pueblos, debe Incrustarse de manera urgente para que el ser humano no sea una simple voz parlante; sino un hacedor de acciones trascendentes en cada uno de los pueblos; bajo termómetros inclaudicables como: el tiempo fijo de gestión y la renovación obligatoria.

La Segunda Guerra Mundial arroja solo en datos estadísticos los siguientes:

La humanidad ha vivido más de 5.000 guerras declaradas y un número cercano a la mitad, de no declaradas.

“El mundo no ha olvidado: la cárcel de Spandau, la nación alemana dividida, el muro de Berlín, la tenaz búsqueda de criminales de guerra nazis, 40 millones de muertes civiles y 20 millones de soldados”.

El daño psicológico y material en la población humana siempre será incalculable.
A la fecha, llevamos más de un año de la supuesta operación militar, convertida en guerra de Rusia invadiendo a Ucrania; la OTÀN, ha vuelto a descubrir el agua tibia, en idéntica forma, la Organización de las Naciones Unidas siguen saludando la bandera de la invasión.

China, Rusia, Corea del Norte y otros Adláteres ya no anuncian, y ese silencio, constituye la siembra de la guerra nuclear, que podría ser mundial, en donde la catástrofe de “el Niño” pasaría a pañales, al margen del tiempo mínimo de sustentación humana inicial.

La guerra del Ecuador está ahora en: las familias, comunidades, barrios, en todas las entidades públicas y privadas; pretendiendo no encontrar méritos en los candidatos, sino demeritos propios y ajenos; pero la juventud y la conciencia libérrima del pueblo y la población ecuatoriana, añora lo nuevo que podría enrostrar un sueño de paz más palpable.

¡Viva la paz constructiva, no declarativa, hoy y siempre!