La ofensiva contra el ‘establishment’ socialista

Conforme el Gobierno de Javier Milei, en Argentina, cumple sus primeros cien días, y, Nicolás Maduro, en Venezuela, ratifica su candidatura, el nuevo panorama geopolítico de América Latina sigue consolidándose.

Los gobiernos socialistas han perdido ya el encanto contestatario y revolucionario que tenían en décadas pasadas. Al contrario, tras tanto tiempo de predominio político y dádivas, incluyendo la desprolija gestión del último boom de materias primas, los regímenes de ese corte han terminado convertidos en el nuevo ‘establishment’. En algunos países, como Bolivia, Venezuela o Nicaragua, el socialismo ha logrado establecer una rígida estructura casi imposible de desafiar; otros, como Argentina y Ecuador, pese al cambio en la distribución de fuerzas políticas, arrastran un marco institucional, muy difícil de desmantelar, heredado del reciente populismo autoritario. Colombia, a su vez, amenaza con sumirse en un proceso constituyente parecido a los que impulsó el socialismo bolivariano a inicios de siglo.

El hartazgo ciudadano, en todo el continente, ante este nuevo modelo es inevitable y las reacciones ya se aprecian. Javier Milei constituye una apuesta arriesgadísima, pero, de tener éxito, podría llegar a sentar un importantísimo precedente. Argentina —por su base industrial, su abundancia de recursos naturales y su compleja economía— es el país mejor dotado para sobreponerse a las dificultades que conlleva el necesario ajuste. Sin embargo, tanto en el campo electoral como en el del manejo de la opinión pública, la reacción del ‘establishment’ socialista no se hará esperar. El continente está viviendo una nueva época de pugnas profundas.