¿Cuál es la estrategia de este Gobierno para el crecimiento?

Con tal de pagar las cuentas, el Gobierno adopta medidas propias de tiempos desesperados, como maniobrar con el oro de la reserva o recortar el gasto apresuradamente. Dada la gravedad de la situación, el país es capaz de comprender e incluso apoyar medidas de esta índole, siempre que sean parte de un plan más amplio que traerá tiempos mejores. Sin embargo, resultaría intolerable un régimen cuya política económica se reduzca a apagar incendios, eternamente condenado a idearse trucos para llegar a fin de mes.

El gobierno del presidente Daniel Noboa no puede seguir alimentando ese mito que tanto gusta a los populistas irresponsables, de que Ecuador solo necesita más eficiencia administrativa y mayor redistribución de la riqueza. El país necesita, antes que cualquier otra cosa, más crecimiento, especialmente tras el preocupante declive de los últimos años. ¿Qué tienen en mente el mandatario y sus ministros para remediar el estancamiento económico?

Hay señales moderadamente positivas. La ley económica urgente, en caso de aprobarse, le permitirá comprar tiempo al Gobierno, y sí parece existir una preocupación por la seguridad. Asimismo, hay pronunciamientos que invitan a pensar en la posibilidad de que se concrete la tan anhelada reforma laboral. Sin embargo, no queda claro qué dirección se le quiere imprimir a la minería —el ámbito que más crecimiento puede traer al país— ni la estrategia a seguir en infraestructura y energía —los dos campos cuyo desarrollo condiciona todo crecimiento—. El tiempo pasa y es necesario entender hacia dónde vamos.