La alcaldesa, Diana Caiza

Carlos Arellano

Durante más de 30 días la ciudad fue acorralada por una bulliciosa y contaminante publicidad que no distinguió ni respetó ningún sector de la urbe. El rostro de la primera mujer en alcanzar la Alcaldía de Ambato apareció en todo espacio, en amplias pancartas, incluso en las vallas publicitarias de una reconocida institución financiera local.

Sin control del gasto electoral, las dudas sobre el origen de los recursos que financiaron a la alcaldesa advierten de posibles favores que tarde o temprano tendrán que ser devueltos mediante la adjudicación de obras, la entrega de cargos públicos o más.

Por tanto, como un acto de transparencia, Diana Caiza tiene que rendir cuentas de la onerosa campaña que le permitió vencer a sus principales contrincantes y permitir que la ciudadanía conozca a sus auspiciantes. Este ejercicio de honestidad permitirá a los ambateños conocer a la lideresa que guiará los destinos de la ciudad por cuatro años.

Por otro lado, la integrante de Pachakutik llega a la Alcaldía sin una mayoría que controle el Concejo Municipal lo que le exigirá enfrentar la tarea de lograr acuerdos en pro de la gobernabilidad local. Pero, también asumirá el mandato con la urgencia de brindar soluciones oportunas para los trascendentales problemas que aquejan a todos los ambateños: inseguridad, informalidad, movilidad y ausencia de obra pública.

Para afrontar la inseguridad, Ambato requiere de un vasto acuerdo que involucre al Gobierno Nacional, a las organizaciones civiles y a la academia. Sobre todo, que disponga de los recursos necesarios.

Las dificultades relacionadas con la movilidad requieren el rediseño de las actuales rutas de transporte, la construcción de alternativas al transporte masivo y, en lo posible, la redistribución de la mayoría de las paradas que están en los alrededores del Parque 12 de noviembre.

La periferia urbana y la zona rural son los sectores más olvidados que demandan atención municipal. La alcaldesa necesita priorizar las necesidades de esos sectores sin descuidar proyectos urgentes que demanda la zona urbana como, por ejemplo, el mantenimiento de vías y la construcción de soluciones sanitarias.

Finalmente, es necesario comprender que el éxito o el fracaso de Caiza representarán el triunfo o la derrota de la ciudad.