Es más fácil el camino con certezas y claridad. Tener bajo control todos los parámetros que nos permitan hacer proyecciones de largo plazo e ir alcanzando metas ordenadamente. Sería óptimo e ideal contar con esas condiciones en cada proyecto personal, institucional y de país.
Pero no siempre es posible aquello, de hecho, en la práctica, las cosas casi nunca ocurren de esa manera. En todos los ámbitos del desarrollo personal el camino está lleno de incertidumbre y cambios. El día a día nos enfrenta a la evaluación constante del entorno (con la información disponible en ese momento) y a la toma permanente de decisiones.
Sin embargo, en temas de tan largo aliento como llevar a un país a su desarrollo, la incertidumbre representa un alto riesgo para todos quienes conforman la nación.
La construcción de acuerdos políticos “despersonalizados” y “despartidizados” no es fácil de lograr, pero al conseguirla ganamos todos. Generalmente esa construcción de acuerdos es el fruto de un proceso técnico y metodológico tras el cual prima la voluntad de ir hacia un mañana mejor.
La historia de Ecuador nos demuestra que aquello no ha sido fácil, por el contrario, tenemos una cultura de confrontación política enraizada. Confrontación que es la materia prima de la cual está hecha nuestra incertidumbre como país.
¿Hacía dónde vamos como país? ¿En qué temas tenemos pactos sociales de largo plazo? Ponernos de acuerdo en temas mínimos pero fundamentales reducirá nuestra incertidumbre hacia el futuro.
Propongámonos dialogar entre todos, ir hacia un diálogo sincero y libre de intereses particulares. Hay espacios “neutros” de diálogo desde la sociedad civil en temas que son ineludibles como la desnutrición crónica infantil, educación, salud seguridad social, interculturalidad; entre otros.
Al ponernos de acuerdo en temas básicos, reduciremos la incertidumbre. Y al reducir la incertidumbre sabremos con mayor claridad hacia donde vamos como país, podremos enfocar nuestros esfuerzos con más acierto y sabremos si este es el país en donde queremos vivir.