Lo resuelto entre el Gobierno Nacional y los representantes del Frente Unitario de los Trabajadores FUT, para iniciar un diálogo a fondo que permita arribar a acuerdos respecto de la reforma laboral planteada por aquel es, sin duda alguna, una buena noticia, tanto más que se anuncia que los diálogos versarán también sobre la seguridad social.
Las declaraciones del representante del FUT en el sentido de pretender acuerdos que beneficien al país, permite abrigar la esperanza de que el diálogo podría arrojar resultados positivos. He de recalcar aquello de que se busque el beneficio para el país, porque los acuerdos no siempre permiten la satisfacción total de las aspiraciones de las partes; un acuerdo en el que solamente una de las partes queda satisfecha, es la antesala del fracaso; las dos partes deben quedar satisfechas, lo que implica necesariamente acudir al diálogo con la predisposición de ceder posiciones, cometido difícil, sobre todo cuando los negociadores deben responder por cada paso dado a un colectivo que no siempre se coloca en los zapatos de quien los representa.
Todos debemos apoyar la consecución de acuerdos en estas mesas de trabajo, teniendo en cuenta además lo que ocurre en la Asamblea Nacional, en cuyo seno casi es previsible la imposibilidad de acuerdos en una materia en la que se hallan en juego no solamente intereses concretos de los sectores de los trabajadores y sus empleadores, sino posiciones que durante muchos años han mantenido los distintos grupos políticos en ella representados.
Si bien está establecido que en las negociaciones mientras no se llega a un acuerdo total no existe acuerdo alguno, sería conveniente que las labores de los negociadores sean ampliamente difundidas, para ir consolidando los avances que se alcanzan, evidenciado en todo momento que sobre todo prima el interés nacional.
La solución al tema laboral y de la seguridad social es IMPOSTERGABLE.