Cultura para Santo Domingo

Gabriel Villalva Cassanello

Santo Domingo de los Tsáchilas es una provincia joven, con una historia provista de riqueza, agrícola y humana extraordinaria. Su tierra es fecunda, y los hombres que la habitan también; multiplicados en obras, dan cuenta de la capacidad para vencer la circunstancia, para vencer la montaña y también para reconciliarse con ella y reconocerla como suya.

Somos constructores, hacedores de caminos y, sin embargo, cuanto nos falta por hacer, y de ello lo que más falta hace es justamente lo que antecede a la acción, la planificación, el pensar nuestra tierra y nuestra ciudad, el inteligenciarla para poder verla y tener un modelo de lo que queremos que sea.

La Cultura en nuestra provincia no se merece, el ir dando palos de ciego. Los artistas de nuestra provincia y sus gestores han dado evidentes muestras de un talento y capacidad innegables, de una vocación de servicio y generosidad probados; actividades gratuitas hechas como colaboración, obras de voluntariado y de amor, obras que incluso han debido sufrir el olvido, el desprecio y aún la manipulación de quienes con intereses personales han hecho de los artistas aliados de momento para figurar en alguna de esas conquistas personales que como espejismo atraen tanto a los sedientos y sedientas de notoriedad o popularidad.

La cultura que necesitamos, hay que construirla y debe nacer de ese ejercicio de reflexión en el que una vez identificado aquello que es bueno y necesario para nuestra tierra, tengamos rápidamente una vía eficiente de plasmación. Talleres de artes en los barrios y comunidades; artistas a los que se les reconozca su trabajo y trayectoria; trabajo para los artistas en las aulas de clases, transmitiendo técnica y pasión a los jóvenes. Haciendo realidad estas ideas y más, Santo Domingo podrá ser una potencia cultural.

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