Confabulación

CARLOS CONCHA JIJÓN
CARLOS CONCHA JIJÓN

Entre evidencias, rumores y sospechas ya se conocía, que el proyecto de ley de inversiones del gobierno, caería en un vacío absoluto de negación, porque si, o porque no, sin un argumento, que demuestre una razón suficiente sin existir un mínimo de esperanza, que la ley pudiese ser sometida a cambios o rectificaciones. Porque el NO de plano brilló en la mayoría de los legisladores.

La colectividad ecuatoriana ha sido testigo de la inoperancia de la Asamblea, actitud que, para muchos politólogos, la causa deviene de la proliferación de partidos y movimientos políticos, que llegan al parlamento a personas sin los conocimientos necesarios para actuar positivamente.

Los gobiernos anteriores dejaron al país en una situación deplorable, por lo que hace falta por parte del actual gobierno emprender en cambios positivos que permitan corregir los errores con leyes que encausen al país hacia una transformación progresista, en donde todos los aspectos; pero cuando hay una alianza para negar de plano una ley de inversiones, salta a nuestro entendimiento la posible existencia de un plan para impedir la urgente necesidad, que el país demanda y pueda iniciar su recuperación como un imperativo categórico.

Parecería que existiera un plan para descalificar el proyecto de ley de inversiones del gobierno, porque ha sido bombardeado, como en una batalla encontrando una barrera de imposición en la Asamblea.

Pero resulta interesante y al mismo tiempo preocupante, que un proyecto de ley tan importante reciba un rotundo NO de una manera masiva, pero irresponsable, no descartó la posibilidad que se hubiese determinado una estratagema para impedir que las leyes que promueve el ejecutivo para ser considerada por la Asamblea estén condenadas a rebotar para cumplir una sentencia sin ser condenadas.

Considero que la Asamblea le debe mucho al país, por su inoperancia y de esa manera ha perdido su identidad. No me parece justo el accionar de la Asamblea al no considerar un análisis profundo a los proyectos de la ley de inversiones y pienso que debió dársele un trato preferencial con un análisis profundo que pudo haberse aceptado con ciertos cambios.

Especulando un poco, ciertas acciones me llevan a pensar que, existiría una trama especialísima para bloquear el trabajo del gobierno, que persigue soluciones con una mirada al futuro bajo el marco de una auténtica democracia y no actitudes deleznables para con el país o consignas oscuras en famosas amnistías.