Estamos viviendo un proceso pre electoral que coincide con una de las mayores crisis que atravesamos en el campo social, político y económico. Un ambiente nacional de desesperanza y desesperación provocado por el alto índice de violencia y desempleo que vivimos.
En medio de toda esta crisis lo único que la gente aspira, es encontrar, en los candidatos y candidatas, un grado de humildad y de empatía con los ciudadanos, y, que por lo menos estén conectados con los problemas cotidianos. Que estén profundamente al tanto de todos los problemas y necesidades que tenemos como ciudadanos.
Estamos a 7 meses de elegir autoridades a los gobiernos locales, y, desde ahora se siente el ambiente de campaña electoral. Cada día que pasa los medios de comunicación y las redes sociales se llenan de información de candidatos, que, en busca de una candidatura quieren posicionar su imagen y liderazgo a costa de lo que sea, sin embargo, muy pocos han mostrado sus propuestas y acciones a ejecutar.
Necesitamos de planes de trabajo claros y precisos para resolver los problemas, pero, sobre todo, garantizar que los candidatos y candidatas presenten propuestas en función de sus competencias y sean viables en el tiempo y espacio.
La campaña electoral debe centrarse en difundir propuestas y no en desatar odios entre quienes ejercer el derecho de ser candidatos o candidatas. Estamos en un momento crucial para la reactivación económica, y desde esa óptica cualquier candidato o candidata debe contribuir a esto.
Considero que es hora de profundizar, con acciones y propuestas, liderazgos que sigan contribuyendo al debate político. Es importante que los ciudadanos asumamos la responsabilidad de informarnos y decidamos cual es la propuesta más viable para el desarrollo de nuestra provincia y cantón.