Prioridad al planeta

Verónica Narváez

Verónica Narváez Terán

¿Será que nos hemos acostumbrado a contemplar las playas de nuestro país cubiertas de plástico en la arena? ¿Acaso hemos normalizado la presencia de aves y peces sin vida, víctimas de diversas causas como la contaminación y el aumento de la temperatura del océano? Y como si fuera poco, para añadir más pesadilla a estos escenarios, están los derrames de petróleo.

Así sucede en muchas partes del mundo y Ecuador no es una excepción. Durante una visita reciente a la playa, recogimos en grupo cerca de 7 bolsas grandes de basura que dispusimos al recolector (la práctica de la comunidad era enterrar la basura en la arena). Además, encontramos cerca de 10 aves muertas (presumimos que comieron plástico, aunque no descarto la posibilidad de contaminación por otras causas). Para empeorar la situación, la semana pasada se avistaron enormes manchas de petróleo, producto de un derrame en la playa Las Palmas, en la provincia de Esmeraldas.

El derrame de petróleo es solo una manifestación visible de un problema más amplio: la explotación desmedida de nuestros recursos naturales, sin considerar las consecuencias devastadoras que acarrea, pasa en el océano, pasa en la selva.

Creo firmemente que es vital e irrefutable comprender que el ciclo de economía lineal, que involucra la extracción indiscriminada de recursos, su uso y posterior descarte, tiene un impacto significativo en todos los demás sectores productivos y, lo que es aún más crucial, en la salud y la vida tanto de los seres humanos como de la flora y la fauna.

Nuestro futuro sostenible depende de un cambio urgente hacia un modelo de economía circular, en el cual los recursos se aprovechen de forma responsable, dando prioridad al planeta y el bienestar de las generaciones venideras.

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