¿Por qué voluntariado?

Gabriel Villalva Cassanello

Gabriel Villalva C.

El voluntariado es, como su palabra lo indica, un ejercicio de la propia voluntad y, como tal, un acto de libertad y autodeterminación. Es la acción, pero liberada de los condicionamientos a los que normalmente nos encontramos sujetos. El voluntariado verdadero es comprometerse con una actividad, dedicarle tiempo y esfuerzo de manera altruista, es decir, sin buscar beneficio o rédito personal. Se trata de ayudar a otros y contribuir a causas nobles sin esperar una compensación económica a cambio.

 Esta forma de servicio a la comunidad tiene un impacto significativo en el fortalecimiento del alma, el bienestar emocional y espiritual. Esta conexión con las personas y las comunidades permite descubrir un sentido de unidad y pertenencia que enriquece el alma.

Es también una oportunidad de transformación y descubrimiento. Porque existen en todos nosotros potencialidades latentes que se ponen en activo hasta que nos encontramos en las circunstancias propicias para ello. La acción por la acción, sin apego al fruto, el compromiso que supera lo emocional y que es capaz de fortalecerse y permanecer en el tiempo, son poderosos detonadores de esas fuerzas internas que poseemos y que nos transforman en mejores versiones de nosotros mismos, más fuertes y resueltos, con mayores certezas y vida interior, conocedores de nuestras debilidades, pero también de esas potencias que obran prodigios.

Todos tenemos una vida que vivir, un tiempo y una energía que debemos dedicarla a cumplir con nuestro deber como hijos, padres o hermanos. ¿Pero es solo ese el ámbito propio del desarrollo del ser humano? En Nueva Acrópolis proponemos que no. El ser humano se completa cuando es capaz de superar las limitaciones de su personalidad, cuando es capaz de ver a su barrio, su ciudad, o a un ideal, cuando ejercita el voluntariado.

Nueva Acrópolis Santo Domingo