Políticos somos todos

Verónica Narváez

Verónica Narváez Terán

Oportunamente, para no seguir discriminando el término políticos, abordo el nacimiento de los términos política y políticos. Vamos a tiempos remotos de la Grecia antigua donde las ciudades se llamaban «polis». En efecto, todos quienes convivían dentro de una «polis» eran «políticos» concebidos como símil del término «ciudadanos».

Ahora la política son las decisiones y capacidad de negociar que se toman ante los conflictos, escasez o necesidades de los ciudadanos que deseamos habitar en entornos sociales con bienestar donde se ligan los aspectos ambientales y económicos. En la gobernanza, las políticas son las decisiones que se toman por el territorio nacional o local, pero «OJO» también son las decisiones que no se toman.  Aquí los «políticos», es decir, los ciudadanos, tenemos el derecho, obligación y privilegio de ser parte de estas decisiones ante los conflictos económicos, sociales y ambientales que nos afectan. 

La política nos concierne a todos, está ligada a la libertad y justicia, se construye con la participación, por eso en la democracia (poder del pueblo) escogemos quien lidere la escucha de todos nosotros, nos represente en conocimientos, ideales e integro el término «conciencia», poco usado en este ámbito, pero desde la mirada holística del desarrollo sostenible es necesario. 

Nuestros representantes facilitan los procesos de construcción de las políticas que nos afectan, pero ellos también representan a partidos políticos, donde los afines de ideales se agrupan con propuestas de políticas a plasmar en sus gobiernos. En la práctica se destacan o deberían destacar los perfiles ciudadanos con trayectoria de servicio y vocación demostrada, quienes han sido actores de planificación y/o de políticas, líderes que buscan la justicia en palabra y acción.

En definitiva «los partidistas políticos son unos, los políticos somos todos«. 

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