Paraísos siniestros

Nicolás Gómez Campos

En su proyecto fotográfico “Alta Densidad”, el arquitecto mexicano Jorge Taboada presenta una serie de imágenes aéreas de varios conjuntos de vivienda de interés social en México, esta muestra fotográfica retrata el hacinamiento al que son sometidas las familias en estos modelos habitacionales que ya son comunes en toda Latinoamérica.

Taboada denomina “paraísos siniestros” a estos extensos conjuntos formados por viviendas idénticas, de espacios mínimos, que se repiten en masa y forman composiciones geométricas complejas. Que, al observarse perfectamente ordenadas, forman un paisaje construido perturbador y al mismo tiempo confortante.

Para la arquitecta Carla Rodríguez, la producción de asentamientos humanos basados en la estandarización y repetición traen consigo un hábitat alienado, donde el espacio habitable, no resulta una expresión de las necesidades residenciales de quienes lo habitan, sino de la lógica del interés económico o incluso del político que puede haber detrás.

Al comparar las imágenes aéreas de los “paraísos siniestros” mexicanos con las de los proyectos de vivienda de interés social “El Boyal” o “La Pradera”, se pueden apreciar algunas similitudes, como que son viviendas mínimas, estandarizadas que se repiten sin alteraciones y de manera monótona en las periferias de Santo Domingo.

Estos proyectos habitacionales no solo se asemejan a los “paraísos siniestros” sino que muestran una agresiva forma de despersonalizar el hábitat. Estas ciudades negocio o hábitats mercancía se disfrazan como la oportunidad de tener una casa propia, sin embargo, traen consigo la precariedad, inseguridad, inequidad, segregación y a largo plazo son una amenaza para el desarrollo sostenible de la ciudad.

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