‘No’, es si y ‘si’, es no

Orlando Amores Terán

Los narco-terroristas pueden auspiciar el «si», o el «no», porque no les afecta, puesto que la estructura del narco-Estado, instaurada en 2008, se mantiene intacta. 

Auspician el «no» para dividir, en la certeza que hay personas de reacción mecánica: como el rataelismo vota «no», hay que votar «si». Con lo cual neutralizan a quienes exigen desarmar el narco-Estado, para quienes las preguntas de la Consulta, son inservibles; ellos son el peligro. El narcoterrorismo acostumbra manipular el odio, la idiotez, la vergüenza, la ignorancia; busca que quienes proponen desarmar el narco-Estado, se dividan, voten «si», por no coincidir con el rataelismo, pese a que la Consulta es inane.

Al auspiciar el «no», aseguran que gane la Consulta de falsa bandera que no modifica el narco-Estado, más bien lo reafirma; o que al menos gane el «si», en la segunda pregunta, que es de doble vía: puesto que se extradita, para enviar un delincuente al país donde cometió el delito; como se pide la extradición de un delincuente prófugo, para que se beneficie de la legislación ecuatoriana, a través de la corrupción judicial, que le «revisará» la sentencia; la delincuencia legislativa, que le otorgará «amnistía»; o la complicidad del ejecutivo, que le concederá «indulto». Cuando un narco-terrorista dice «no», es si, cuando dice «si», es no. 

Los narcoterroristas manipulan el lenguaje para que veamos lo contrario de su intencionalidad. Recuerden el eslogan: «manos limpias, mentes lúcidas», la década infame, demostró que fueron manos sucias por el atraco, mentes perversas por instaurar el narco-Estado en Ecuador.

Nuestro destino, impuesto por una rastra política de asco, permitió la instauración del narcoterrorismo. Nos obliga elegir a los menos pésimos, no a los mejores. Salvo que reaccionemos por mano propia, no hay salida, mientras tengamos políticos miserables, egoístas, mediocres, mentirosos. Con el comunismo, si piensas al revés, aciertas.

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