Multas diferenciadas

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

A las autoridades de tránsito en el país entero no se les ocurre otra cosa que aplicar la misma multa, tanto a los vehículos de alta gama como a los vehículos viejitos, es decir, meter a todos en un mismo saco. Hoy sabemos que es potestativo de cada sector o Municipio, quien ha adquirido la competencia del control de tránsito, para aplicar la Ley absurda propuesta.

Las infracciones de tránsito no son dolosas sino culposas y como tal, se debería aplicar la ordenanza diferenciada entre los conductores, de acuerdo al tipo de vehículos que conduce; pues no es lo mismo imponer una multa por exceso de velocidad a un arrogante millonario que conduce un vehículo de alta gama, que al pobre verdulero que conduce una camioneta destartalada, con la que apenas gana 8 a 10 dólares diarios para llevar algo de sustento a su familia.

Piensen señores autoridades, primero en el ser humano que no tiene ni para lo más elemental que es medianamente el alimento de su familia. Es traumático por decir lo menos recibir una multa a distancia para que cancele en 48 horas; y si no empieza la coacción; luego hablan de los vacunadores, y pregunto ¿En qué se diferencia la amenaza de las autoridades de tránsito con las amenazas de los vacunadores? Es lo mismo señores, ambos actúan sin ningún remordimiento por el abuso injusto con los más vulnerables; cuando el antisocial amparado por una arma, se atreve a exigir una cantidad de dinero a una tiendita que a lo sumo gana 10 dólares diarios y le exigen 50 diarios; es lo mismo cuando le imponen a todos los infractores una  exorbitante multa que el legislador inhumano propuso en el COIP, la única diferencia es que el delincuente vacunador se ampara en una pistola y las autoridades de tránsito en la pluma, pero finalmente la similitud es  que ambos son atracadores y extorsionadores injustos con los más indefensos.

Debería haber una reducción del 80%, rebajando así sustancialmente el tipo de sanción. Ahí se estaría haciendo un poco más justa y equitativa la sanción. Hasta que las leyes se humanicen y los operadores de justicia cambien ese corazón de abusadores por uno más humano. Que Dios nos ampare.

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