¿Crece Santo Domingo o solo crece la cimentación? ¿Crece la urbe o solo decrece nuestro entorno? Mientras en el viejo continente destruyen la cimentación, irónicamente en nuestra ciudad, aumentan masivamente las obras civiles, y eso está bien en lo necesario, pero claro tenemos un problema no se diseña, no se prevé la protección de los remanentes de bosques urbanos o simplemente franjas de protección, aquí tres acotaciones:
1.- Sí existe ley para la protección de bosques urbanos, especialmente grandes árboles. La declaratoria de árboles patrimoniales dan esta garantía de conservación a los mismos, no se cuenta con este mecanismo que debe ser implementado desde los municipios. Respecto a las franjas de protección igualmente en el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial cantonal se establece por normativa las dimensiones a respetar de las mismas, el mecanismo de control debe conformarse para el cumplimiento de la misma. La moción del cumplimiento a cabalidad y aún más, asumir esa responsabilidad ha sido esquivada o ignorada en nuestro histórico local.
2.- La Academia toma un rol significativo en la concepción de desarrollo que se infunde en las aulas, la concepción de diseñar sobre limpio vs diseñar acoplándose al entorno debe ser un tema relevante en la formación – aquí una invitación a los ingenieros y arquitectos para dar valor agregado a sus diseños y construcciones manteniendo la naturaleza del entorno de sus proyectos.
3.- Quienes tienen nuestra voz en la Asamblea, mirar y hablar por nuestra naturaleza, pero claro no en el discurso hueco, háganlo con las propuestas claras, al menos una solo idea en firme dar mayor valor y respeto al uso de suelo, hablamos de riesgos, hablamos de vida, no más, ojo con las franjas de protección en el país.