Li Zhisui, fue un profesional muy presionado y quien cuidó de la salud de Mao Zedong, durante más de dos décadas veinte, él sabía los antecedentes patológicos personales y enfermedades que padecía su paciente y lo que lo hacía vulnerable, porque a pesar de lucir sano, no lo estaba. La salud de ciertos líderes, pasan a ser un secreto de estado que tarde o temprano sale a la luz.
Bajo la autoridad de Mao estaban prohibidas las salas de baile por considerarse manifestaciones “burguesas”, pero esa prohibición no aplicaba para él y en las fiestas que organizaba le permitían excesos de todo tipo. Si los chinos buscaban la longevidad en la sexualidad, es fácil imaginar el epílogo de esas “fiestas”, muchas de ellas efectuadas en las salas del “Palacio de la Asamblea del Pueblo”, donde participaban bellas y escogidas jóvenes y cuando no era allí, reuniones en residencias oficiales o en el tren privado con diez vagones en el que solía desplazarse. Como se parecen los mandatarios autócratas.!!!
El pueblo que sabía de estos excesos, pensaba que los revolucionarios estaban destruyendo la moral, sumado al riesgo de diseminación de ciertas enfermedades de transmisión sexual que sufría gente con poder y que no eran reportadas. Las limitaciones de ciertos gobernantes no son solo físicas, también suelen ser psíquicas y de comportamiento moral o procedimiento ético.
Mientras que para matricular a un niño al primer año de educación básica se requiera su historia clínica completa que incluya antecedentes familiares y personales, carnet de vacunaciones, exámenes de laboratorio, certificados de salud, etc.… Para acceder a cargos de elección popular, basta tener cierto número de años, estar afiliados a alguna “empresa electoral”, presentar la cédula de ciudadanía y a veces ni esto, como ocurrió en la última elección que un candidato “lelo” se le “olvidó” la cédula o no la tenía, pero igual le inscribieron.
Ahí hay una asignatura pendiente para asambleístas y funcionarios del consejo electoral que deberían pensar en la patria y no en las prebendas que pueden conseguir cuando gente con limitaciones llega a cargos de decisiones. El destino de la patria es lo más importante para solo confiar en los políticos.