Seguimos haciendo lo mismo una y otra vez con los mismos resultados, la fórmula es clara, debemos introducir variables para tener resultados diferentes, esto aplica en todo.
Así que, si en este momento estamos pensando en cambios en nuestras vidas o en nuestra empresas o emprendimientos en ejecución o los que están en mente, hay que dar el paso a innovar nuestros negocios, pequeños o grandes cambios hacen diferencia, ahora pensemos qué pasaría si se considera como eje principal de su innovación realizar los cambios pensando en el planeta, imitando los diseños de la naturaleza (todo se aprovecha), es posible que podamos rediseñar nuestro producto o servicio pensando netamente en la necesidad de nuestros clientes y la integración aprovechada de los residuos generados.
Cada vez hay personas en el mundo que nos alegramos cuando en un local de comida nos sirven en plato de porcelana y no de plástico, aún más felicidad cuando los cubiertos no son de plástico que hasta se rompe al cortar algún alimento, cuando nos entregan un producto en una caja de cartón o en una bolsa de papel, cuando sabemos que nuestros residuos serán aprovechados, en resumen, cuando somos parte de una nueva forma de pensar responsable sin duda nos da bienestar.
En el malecón de San Gabriel del Baba, hay algunos locales de comida que venden emborrajados y una sola señora entrega su producto en una hoja de plátano seca, ella tiene satisfacción de que su pequeña acción evita contaminar más el planeta de plásticos innecesarios, como consumidores nos da una alternativa muy valorada, es un servicio pensando en todos, optimiza recursos. Así hay muchas opciones para hacer desde nuestro espacio, “sin miedo al éxito”. Todos podemos innovar por el planeta.