Extractivismo y destrucción

Verónica Narváez

Terribles coincidencias de daños ambientales causados por el extractivismo de crudo en distintas partes del mundo dejan de resultado desastres ecológicos invalorables. Agua y tierra con hidrocarburos se convierten en una pesadilla.

El balance más significativo a la fecha registra tristemente: En Ecuador 6300 barriles de petróleo fueron a parar a la Amazonía ecuatoriana; En Perú 11 900 barriles de petróleo se derramaron en el mar. En Nigeria, se reportó un incendio descomunal de un navío-plataforma petrolero con capacidad para almacenar 2 millones de barriles de crudo.

Para colmo, en nuestro país el derrame afecta directamente al río Coca y Napo y la zona protegida del Parque Nacional Cayambe- Coca.

Justificaciones de lo sucedido en estos países no han faltado y ahora a pocas semanas y días ya están siendo olvidados por muchos, pasó la noticia y no vemos que la razón de fondo sigue siendo el sistema consumista, extractivista que no ve norte sin el petróleo, yo resumo la falta de conciencia.

En una ola de despertar espiritual, buscamos sin freno explicaciones de tantas cosas de nuestra vida, tantas personas están acudiendo a diferentes experiencias reveladoras y claro, el factor común es el uso o cercanía con la naturaleza, en esa corriente, un querido amigo tuvo una vivencia de sanación en conexión con la naturaleza, al contar su experiencia me hicieron tanto eco sus palabras que no podía no compartir el mensaje de que la “maldad” tiene de instrumentos la ambición, la corrupción, con esta llega a su objetivo principal que es destruir a la naturaleza, no lo inverso.

La destrucción en efecto es a toda humanidad, no habrá moneda que reponga el Amazonas, los océanos ni las especies. Se acelera la cuenta regresiva para salvar el planeta.

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