Regresar sano y salvo a casa siempre será el objetivo especial detrás de una nueva experiencia.
Nacional o internacional la próxima escapada debe brindar la tranquilidad y seguridad del caso, puesto que se necesita renovar las energías, pero sobre todo volver con los nuestros para transmitir el nuevo ser en el que nos hemos convertido.
Real ¿verdad?
Ahora bien, toda actividad turística por el mismo hecho que requiere trasladarse de un lugar a otro implica compromiso y para ello es necesario estar pendiente de los detalles, desde la legalidad de la operadora que nos brinda el servicio hasta el nivel de riesgo que ello involucra. Salir de la zona de confort no es suficiente, es un proceso complejo detrás que debe estar estructurado precaviendo los incidentes y garantizando una experiencia de otro nivel.
Queda claro entonces que la seguridad es un factor de suma importancia en la elección de un destino turístico sumado a la originalidad de la oferta y la relación calidad-precio. En Ecuador es un gran reto abarcar el término multidimensional “seguridad” teniendo presente que se trata de percepciones y expectativas individuales que al final del camino buscan evitar los riesgos reales y potenciales.
El llamado urgente a las autoridades para la actualización de la normativa legal que regule la operación turística, elevando los estándares mínimos de operatividad y un llamado a Uds. lectores a ser exigentes en su nueva experiencia. Que la vida no dependa de una mala práctica y del descuido como turistas.
Distante de una visión individualista, tener presente que la seguridad radica en el bienestar común de todos los involucrados. Siempre es momento de actuar, recomiendo empezar contratando prestadores de servicios legales con personal calificado.