Expectativa alentadora

Diego Albán Quishpe

Diego Albán Quishpe

Nos encontramos ante un Ecuador con niveles de inseguridad pública históricos, en el que, sin distinción alguna, todos estamos expuestos. Y cuando creímos haberlo visto o vivido todo, la delincuencia nos sorprende irrumpiendo de manera violenta (terrorista) la transmisión en vivo de noticias de un canal de televisión nacional. hechos que, sin lugar a duda, fueron una respuesta al Gobierno a razón de haber decretado su primer estado de excepción después de la fuga de “Fito”, el líder criminal más peligroso del país.

Frente a este y demás hechos delictivos, podemos deducir que existen dos bandos: los buenos, que es el Estado a través de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional; y los malos, que son los Grupos Delincuenciales Organizados (GDO). Mismos que en esta última jornada (semana), se han enfrentado tanto en las calles como en los centros de privación de libertad, y que, al parecer, y afortunadamente, se ha demostrado la firmeza y jerarquía por parte de los buenos.

Ahora bien, si algo debemos rescatar es la actuación de las Fuerzas Armadas, quienes han procedido conforme la ciudadanía lo viene exigiendo tiempo atrás, lo que, a diferencia de la Policía Nacional, no lo hacía. Ya sea por falta de apoyo de los gobiernos salientes o por temor a demás miembros de la misma institución que lamentablemente se inmiscuyeron con los grupos delincuenciales, pero aquello es otro tema. Por su parte, con la postura del Gobierno, es notable que las expectativas de la ciudadanía respecto al futuro del país son alentadoras, generando confianza en las decisiones gubernamentales y, consecuentemente, en las actuaciones de las Fuerzas Armadas y la mejora institucional de la Policía Nacional.

Al pendiente queda el desempeño de la Función Legislativa, quienes aún no cumplen mayor rol en relación a la inseguridad, pero que esperamos tomen decisiones efectivas y en pro del bienestar común.

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