No hay que olvidar que el Tribunal Supremo Electoral destituyó a 57 diputados en el 2007, porque se oponían a la Constituyente. El Tribunal Constitucional, restituyó a los diputados; sin embargo, varios gamberros se tomaron las instalaciones del Tribunal Constitucional y al día siguiente, el Congreso «de los manteles», destituyó a los miembros del Tribunal, aseverando que con su destitución, se anulaba la restitución de los diputados.
Algunos gamberros inclusive fueron diputados a la «Constituyente». Con estos actos, similares a los golpes de mano de los nazis, se inauguró el narco-comunismo en Ecuador.
Con el butrón por el cual se penetró y destruyó nuestro sistema jurídico, denominado «Constituyente», se instauró, entre otros organismos, la Función Electoral y su órgano ejecutor el Consejo Nacional Electoral. Vinculados a estas instituciones de nefasta recordación, anuncian una «consulta», utilizan a personas bien intencionadas, para proponer «enmiendas constitucionales», a fin de que todo siga igual, toda vez que la «consulta», es inservible, porque:
No elimina la Función de Transparencia y Control Social.
No elimina la Función Electoral.
No elimina el CPCCS.
No elimina la Asamblea Nacional, sustituyéndola por Congreso Nacional bicameral, integrado por un senador y un diputado por provincia.
No traslada las atribuciones del CPCCS eliminado, a la Cámara de Senadores, porque mantiene incólume la estructura actual de la Asamblea.
No modifica el CNE.
No cambia el modo de designación del Consejo de la Judicatura, mantiene su forma y nominación actuales.
No elimina las regiones.
En resumen, es una consulta inaprovechable, que al proponer cambios formales, lo hace para consolidar el régimen constitucional narco-comunista instaurado en la Constituyente 2008.
No podemos gastar 60 millones de dólares, en una consulta de falsa bandera.