Diego Albán Quishpe
En medio de cortes de energía eléctrica que mantienen a la ciudadanía ecuatoriana en vilo, la reciente destitución de la ministra de Energía por presunto sabotaje ha desatado una tormenta política que amenaza con empañar el proceso democrático de la consulta popular que se avecina. Es crucial abordar este delicado tema con un sentido de responsabilidad y objetividad, sin caer en la polarización política que tanto daño ha hecho a nuestra sociedad.
Es comprensible la indignación y el malestar de la población ante la falta de suministro eléctrico, sin embargo, debemos ser cautelosos al atribuir motivaciones políticas a este problema. La destitución de la ministra de Energía es un paso que refleja la gravedad de la situación, pero no debemos perder de vista que el problema va más allá de la figura de un funcionario. Es un reflejo de las deficiencias estructurales en nuestro sistema eléctrico, que requieren de soluciones a largo plazo y un compromiso real por parte de todas las fuerzas políticas.
En este contexto, la proximidad de la consulta popular agrega un elemento adicional de complejidad. Es natural que existan intereses políticos en juego, pero no podemos permitir que estas disputas nublen el verdadero propósito de un proceso democrático: el bienestar de la ciudadanía y el fortalecimiento de nuestras instituciones.
El llamado a votar en la consulta popular debe basarse en un análisis serio de las propuestas y en la búsqueda del interés común, más allá de las afiliaciones políticas. La situación actual en Ecuador, marcada por cortes de energía, destitución de una ministra y acusaciones de sabotaje, requiere de un manejo cuidadoso y transparente por parte de las autoridades.
Es fundamental que se realicen investigaciones exhaustivas y se actúe con responsabilidad para garantizar la estabilidad y el bienestar de la ciudadanía. No permitamos que la política partidista prevalezca sobre el bienestar colectivo.
Es hora de actuar con responsabilidad y unidad en busca de un futuro mejor para nuestro país.