Rogelio Morales Cattani
No hay como “tapar el sol con un dedo”, las evidencias y hechos “son más claros que el agua”. Observar por televisión a familiares de delincuentes detenidos en las penitenciarías, “reclamando justicia” para quienes asesinan a sangre fría y a manera de un “mitin político” gritar consignas en favor de un expresidente prófugo de la justicia, no es coincidencia, peor un hecho aislado, es parte de un plan macabro e irresponsable, con una demostración elocuente, pública y notoria de como extrañan a quien permitió que exista impunidad, propicio leyes en favor de los delincuentes y no de las víctimas, manipuló para que las fuerzas del orden no puedan utilizar las armas y la población no pueda armarse para defender a su familia.
Son los mismos que desde la Asamblea boicotean para que las Fuerzas Armadas no puedan actuar y prefieran que sean los delincuentes los que las exhiban y usen todo tipo de armas.
Esto es una acción desesperada “al todo o nada”, dos levantamientos indígenas (2019 y 2022), posterior a las cuales han conseguido muchas prebendas, pero no era suficiente, porque ese no era el objetivo. Lo que interesaba e interesa, es propiciar el caos y bajo la justificación de una grave convulsión social, bajarse al presidente, esto último les falló por dos ocasiones.
Ahora la estrategia es otra, son los delincuentes ligados a bandas criminales quienes generen una “grave convulsión social” para echar al presidente y facilitar que un enfermo mental, fracasado en el aspecto familiar, profesional y moral, trate de llegar al poder a cualquier coste.
A estos enfermos mentales no les interesa el pueblo ni el número de muertos, solo les importa el dinero y el poder, esto es un “golpe blando” sumado a hechos vandálicos y criminales en contra de inocentes, perpetrado por actores que evidentemente tienen financiamiento de otros delincuentes que están detrás de ellos, unos hablando y otros guardando un silencio cómplice.