La Asamblea y la consulta

Giuseppe Cabrera

El Presidente electo tendrá que sortear algunos azares en el ecosistema político, de los que no basta con ganar elecciones y del que depende la frágil y volátil correlación de fuerzas del sistema. Me refiero a dos principalmente, por un lado el movimiento indígena, especialmente la CONAIE liderada por Iza y por el otro, la Asamblea Nacional y su variopinta conformación y aún más diversos intereses de rapiña.

La Asamblea es una aún más fragmentada que la de 2021, producto de estas alianzas de último minuto en la que se repartieron provincias y espacios y nunca se compartieron ideas o programas de gobierno, así entonces, Noboa solo tiene 12 legisladores, que con los legisladores locales o mal llamados independientes podría llegar a sumar un máximo de un poco más de 20, lo que no le basta para la mayoría de 70 requerida para la mayoría simple que necesita para aprobar sus proyectos de ley, en el medio tiene a la revolución ciudadana que pone por delante su proyecto de supervivencia, como lo llaman ellos o de impunidad como los nominan otros, que básicamente es la constitución de una comisión en el legislativo que revise las causas judiciales de sus líderes, así como sumar los votos para enjuiciar políticamente a la fiscal general, lo demás, es añadidura, en el lado del PSC, sus intereses son más prácticos y los de toda la vida, gobernar sin ser gobierno, apoyo para tener espacios en el CAL, la judicatura, las altas cortes y el CPCCS, sumado a una política anti impositiva, otro actor clave es la bancada de Construye, la segunda más grande, que pondrá sobre la mesa la creación de una comisión que investigue el asesinato de Fernando Villavicencio y una fuerte política pro imperialismo yankee, como lo demostraron con su comunicado redactado por poco menos que sionistas.

Noboa entonces, querrá llevarnos a una consulta popular, para como todos sus antecesores saltarse la imposibilidad de formar consensos en la Asamblea a través de un plebiscito. Los tiempos no dan y lo mejor sin duda sería que, asuma esa realidad y gobierne con lo que tiene a la mano, que es una Constitución hiperpresidencialista que le da muchas herramientas a quien sabe entender el sistema.