Ideas para enfrentar las malas noticias de todos los días

Milica Pandzic

El país pasa por uno de los peores momentos de su historia, y no hay día en el que no nos lo recuerden. Leer los periódicos, ver los noticieros o simplemente pasar un momento por redes sociales es sinónimo de consumir malas noticias. Aunque esto ha sido así por mucho tiempo, hoy el nivel de crudeza, de violencia y de desolación que refleja nuestra realidad no tiene punto de comparación.

Hace un año, mencioné brevemente en este espacio, el sesgo de negatividad, cómo es explotado por los medios de comunicación y el impacto psicológico que esto tiene en nuestras vidas. ¿Qué podemos hacer frente a la montaña de malas noticias a la que estamos expuestos y nos abruma diariamente?

El primer paso es entender cómo nos afecta. Limitar los espacios de tiempo en los que consumimos noticias; evitando hacerlo a lo largo del día. De ser necesario, ponerle una pausa por unos días. No como forma ingenua de negar lo que sucede; sino para lograr descansos mentales que permitan recargar fuerzas. Reconsiderar nuestras fuentes de noticias: consumir contenido responsable, evitando las fuentes tendenciosas o con una inclinación a la polémica. Conversar de nuestras preocupaciones con nuestro entorno cercano y destinar tiempo en cultivar gratitud por lo bueno que seguimos teniendo en nuestras vidas.

Realizar una acción positiva, crear nuestra propia buena noticia. En la columna anterior me preguntaba si solo somos espectadores de la mala situación del país, o si podemos hacer algo al respecto desde nuestros espacios y posibilidades. Aunque la pregunta sigue siendo válida, también vale preguntarnos: cuando constantemente nos recuerdan que el panorama no es alentador ¿qué podemos hacer por y para nosotros mismos?