Importancia de la democracia

Franklin Barriga López

La Asamblea General de la ONU resolvió que cada 15 de septiembre sea el Día  de la Democracia que, de año en año, se lo viene conmemorando, de una u otra manera, en los países que tienen regímenes amparados por este sistema de gobierno.

En Ecuador prácticamente pasó desapercibida esta fecha que debe ser sustancial para consolidar aspectos esenciales, a fin de no caer en las fauces del totalitarismo que sumerge a los pueblos en la miseria, la desesperanza y la falta de libertad, de lo cual, actualmente, en América Latina y el Caribe, existen varios países que están atravesando situaciones sumamente complejas, al hallarse bajo el dominio de sátrapas que se apropiaron del poder fingiendo ser demócratas, para luego demostrar su verdadera faz absolutista y apropiarse del mando que, con el mayor cinismo, lo consideran vitalicio y hereditario.

Ese gran patriota que se llamó Abraham Lincoln, merecidamente honrado con formidable monumento tallado en mármol blanco y que se localiza en sitio emblemático de Washington D.C., expresó esta célebre frase en su discurso pronunciado el 19 de noviembre de 1863, en el sitio mismo donde se produjo, cuatro meses y medio antes, la Batalla de Gettysburg (Pensilvania): “La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Lamentablemente, esta orientadora y sabia definición no se la aplica en democracias atrofiadas como la nuestra, donde proliferan dirigentes incapaces y corruptos a los que, en realidad, no les guía el interés general y demuestran, en el ejercicio del poder, comportamientos de contumaz demagogia y disposiciones inconfesables.

Otra sería la suerte de los países de nuestra región con verdaderos adalides dignos de la confianza que recibieron, depositada en las urnas. Siempre hay que recordar que las falencias de la democracia se solucionan con más democracia y la vigencia de sus principios.