Arauz y Abad, los lastres electorales

Giuseppe Cabrera

Los candidatos a vicepresidentes reflejan buena parte del deficiente sistema de partidos que tenemos, en el que se prioriza la lealtad o la invisibilidad política, ambos candidatos fueron seleccionados a último minuto y con el ánimo de mantener a raya cualquier intención conspiradora a sueldo, como lo diría Velasco Ibarra. Borrero, es en buena medida producto de un candidato presidencial, que teme y vive en desconfianza de su compañero de fórmula, así que prefiere poner a alguien funcional. Abad, no puede tener mérito alguno de ubicarse en los últimos puestos a alcaldía de Cuenca y como exasesora del gobierno de Lasso, no aporta nada a la campaña, ni será relevante en la política después de esta. Su figura, ha crispado al equipo de Noboa, que ha decidido mandarla de gira por España y EEUU, casi sin muchas ganas de disimular, que lo que en realidad quieren es tenerla lejos y oculta de las cámaras y micrófonos, su radicalismo libertario podría conectar con ese electorado de Lasso que lo apoyó por esa propuesta pero, es un voto tan insignificante, que cualquier candidato en el clivaje del anticorreísmo, lo habría podido captar. Por otro lado, Arauz también viene de la línea más dura del correísmo, en el que hay poco espacio para el diálogo con otras fuerzas políticas y, se teoriza sin miedo a las consecuencias de declaraciones tan desvergonzadas como acusar a los tenedores de bono del asesinato de Villavicencio o desesperarse con su aire condescendiente y de superioridad intelectual, sí, el sector más correístas respaldarán las declaraciones de Arauz pero, generan resistencia en los sectores moderados y de centro, que de hecho representa el mayor nicho electoral, de cerca del 40% del electorado.

Mientras tanto, parece que tanto Noboa, como González, mantienen distancia de sus fórmulas electorales, dejando ciertas tareas circunstanciales a sus binomios, esperando que en la Vicepresidencia se conviertan en un Borrero más, dedicado a una responsabilidad específica y separado de las decisiones importantes.