Caso Olón muestra la falta de estructura y formación dentro de los partidos políticos

EMPLEADOS. Advierten que debe ser difícil para los actuales ministros “contradecir” al presidente Noboa. Foto: Presidencia
EMPLEADOS. Advierten que debe ser difícil para los actuales ministros “contradecir” al presidente Noboa. Foto: Presidencia

Las denuncias del Caso Olón, que involucran a la primera dama, Lavinia Valbonesi y varios integrantes del gabinete, ponen sobre el escenario político la necesidad de replantear un cambio en el modelo y la estructura del sistema de partidos.

Tras los primeros días de efervescencia de las denuncias del Caso Olón por presuntas irregularidades en el otorgamiento de los permisos ambientales y el supuesto daño ecológico en un proyecto inmobiliario desarrollado por una empresa de la primera dama, Lavinia Valbonesi, la mirada de la ciudadanía debe dirigirse hacia el origen real de la crisis que afecta a Ecuador.

La intervención de las empresas presentes en el proyecto inmobiliario genera mayor ruido por los nombres involucrados, hoy funcionarios públicos, que por la acción de desarrollo del conjunto residencial.

El escándalo creció por la falta de transparencia para la revisión de los tiempos, los procedimientos en la concesión de los permisos ambientales y si se registró o no la tala de una presunta especie vegetal “protegida” en el bosque protector.

Un problema de fondo, sin embargo, es que el presidente de la República, Daniel Noboa, al no provenir de un partido político formal y ser parte de una alianza conformada por los movimientos Mover (lista 35, ex Alianza PAIS) y Pueblo, Igualdad y Democracia (lista 4), llegó al poder sin cuadros para conformar su gabinete de Gobierno. Así, se vio en la necesidad de nombrar funcionarios públicos de alto rango a varios de sus amigos y personas de confianza, algunos con mayor o menor preparación técnica para los cargos que ocupan.

La situación no se circunscribe solo a Noboa, las glosas contra la exalcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, por presunto nepotismo en la entrega de cargos públicos durante su gestión es otra muestra de la falta de cuadros y formación de los partidos políticos de Ecuador.

El exalcalde de Quito, Jorge Yunda, también fue señalado en su momento por acciones similares y las acusaciones sobre tráfico de influencias de su hijo, Sebastián Yunda, una gestión que finalizó antes del período para el que fue electo por la cantidad de irregularidades que fueron detectadas.

Ni hablar de los políticos fugaces, que entran en la carrera presidencial, por la Asamblea Nacional, prefecturas, alcaldías o cualquier cargo de elección popular, sin tener conocimiento, experticia o equipo que lo acompañe, pero avalados por partidos de maletín.

Caso Olón: Partidos políticos no sirven

El analista político, Francis Romero, señaló que el origen de los problemas del Ecuador está en el fracaso del sistema de partidos políticos. Indicó que estas estructuras “no sirven para elegir a los mejores ecuatorianos, para que tomen las riendas del destino del país”.

Romero puntualizó que la falta de “valores” e ideología, y la ausencia de verdaderas escuelas ideológicas dentro de las organizaciones “es el origen del mal, porque al no tener valores” los políticos que alcanzan cargos de gobierno, buscan personas de confianza, sin importar sus capacidades.

El también director de la encuestadora Click indicó que en su último estudio el 83% de los ciudadanos manifestó no confiar en los partidos, ni en los políticos. “Eso evidencia el posicionamiento que han generado con malas decisiones los partidos políticos”.

Desde su punto de vista, la sociedad ecuatoriana se encuentra atada de manos, “porque por la ley que existe en el Ecuador, se tiene que elegir entre los partidos políticos”.

Romero indicó que hasta ahora en el país “ningún partido ha entendido el rol importantísimo que tienen para el desarrollo de la democracia”.

Acotó que la solución llegará en el momento que los partidos asuman su verdadero rol en la democracia, que es “seleccionar de mejor manera a los candidatos”.

Reforma profunda al sistema de partidos políticos

Arturo Moscoso, analista político y académico de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), lamentó el fracaso del sistema de partidos políticos e indicó que lo observado en el caso Olón es una muestra de esta realidad.

“El partido de Gobierno no ha podido formar un gabinete sólido con gente preparada políticamente, con gente que tenga experiencia en la política”, sentenció Moscoso.

En este sentido, indicó que en el país es necesario dejar de improvisar en la política. “Se tiene que poner a gente calificada, gente con experiencia”.

Moscoso al revisar la conformación del gabinete de Noboa, en el que se encuentran algunos amigos y exempleados de confianza, advirtió que esto ya ha sucedido en Ecuador y puede tener graves consecuencias.

“El problema de poner solo empleados en tu gabinete es que no son capaces de contradecirte, esto lo vimos con el expresidente Guillermo Lasso”. Para Moscoso los actuales ministros “no le pueden poner los puntos sobre las íes, no le pueden parar el carro, ni frenar en alguna decisión que no les parezca”, alertó.

El académico indicó que en el país debe lograrse un movimiento que presione para la transformación del sistema. “Es el papel de la sociedad civil y de la academia, porque a los partidos políticos no les conviene”.

Recordó que algunos colectivos han preparado reformas, pero la falta de organización y las dificultades para ponerlos en movimiento, a través de la Consulta Ciudadana, hace que la iniciativa sea compleja de ejecutar. (ILS)

Recuperación de valores

El exalcalde de Quito, Paco Moncayo, al conversar con LA HORA mostró una posición pesimista sobre las soluciones que tiene la sociedad ecuatoriana para superar la crisis.

Aunque indicó que, como sociedad, “si queremos hacer país, en serio, lo tenemos que hacer respetando los valores de la democracia y corrigiendo los graves errores”.

Para Moncayo es fundamental liberar a Ecuador “de estos parásitos corruptos que se han apoderado del Estado para su beneficio personal, familiar. Eso sí se podría hacer”.

Acotó que las actuales organizaciones políticas lo que están produciendo y formando son “ciudadanos improvisados para la conducción política; o sea, no son estadistas, son gente con la que el partido gana para seguir en los puestos de poder”.

El general en servicio pasivo reconoció que en el país “ha habido sectores académicos que han luchado grandemente, pero lastimosamente sin lograr resultados”.

Puntualizó que en la actualidad “no tengo la capacidad, ni la formación que me permita vislumbrar en este caos, una luz que me dé sentido a la historia”.

¿Quieres recibir las noticias más importantes? ¡Suscríbete sin costo, recíbelas por WhatsApp! Da clic aquí.