El mundo de la Inteligencia Artificial

Fabián Cueva Jiménez

Todos los seres humanos hemos sido agrupados en segmentos de población denominados generaciones. Hasta hace poco la división era por consideraciones: económicas, sociales y culturales, por edades-nacimiento y 20 o 30 años de experiencias de vida-, agregando ahora, según nuestro criterio, las vivencias tecnológicas que ya nos identifica a todos.

Sentimos que los cambios vertiginosos ocurridos en tan poco tiempo, nos obligan a no seguir viendo por el espejo retrovisor y más bien mirar al frente, al horizonte donde intuimos hay más sorpresas que influirán en nuestra cotidianidad. Una de ellas, la del campo de la Informática, impulsada por el propio ser humano al crear sistemas supuestamente de su propiedad, ahora transformada en artificial, reconocida universalmente.

No nos corresponde explicar sobre la creación de la Inteligencia Artificial (IA), ni de sus elementos, estructura y desarrollo, pero si sobre la capacidad de una máquina que informa y enseña con más precisión, utiliza eficientemente el tiempo y logra mejores resultados.

Para recrear lo mencionado: nos levantamos en la mañana, automáticamente tu teléfono se desbloquea, tras observar tu rostro o escuchar tu voz, vas a tu trabajo por la mejor ruta libre de obstáculos, para luego iniciar y continuar con tus labores y más aciertos.

Las aplicaciones de la IA son múltiples, usadas en profesiones, oficios y ocupaciones, obviamente incluyendo con mucha fuerza en la educación y dependiendo directamente de sus gobiernos.

Hoy con la IA, los maestros, aparte de sus estudios, pueden recibir, entre tantos insumos: sugerencias para planificar e iniciar una clase, definir los objetivos de aprendizaje, ideas fuerza de temas, consultar recursos a utilizarse, crear pruebas de evaluación o desarrollar proyectos; los estudiantes: consultar y seguir técnicas de estudio, desarrollar procesos matemáticos, ampliar contenidos sobre la base de una bibliografía escogida; y, la familia: ayudas para preparar a sus hijos antes de las pruebas y motivarlos permanentemente.

Tanta es la importancia de la IA que organismos internacionales afines (UNESCO) plantean que su utilización es uno de los mayores desafíos de los Estados y los gobiernos, resaltando que: debe siempre estar centrado en el ser humano, no debe reemplazar al profesor, no ampliar las brechas tecnológicas y apartarse de influencias ideológicas, dándole un total sentido ético.

En Ecuador, desde el 2018, se inició desde el Ministerio la construcción de una “política digital” con un avance desarticulado con muy pocos beneficios, en 2021 con el proyecto: “Democratización del aprendizaje de la IA desde edades tempranas” sin continuidad y en el 2023 con “Camino hacia la Transformación Educativa” sin información. Mientras en otros países, por nombrar: México, Chile Argentina, Uruguay han constituido políticas públicas con actores estatales y privados, incluyendo las acciones de sus congresos aprobando leyes sobre el tema, contrastando con nuestra Asamblea y su comisión que no tienen nada hasta el 2025.

Por otro lado, los criterios emitidos por maestros son generalizados: no han recibido información ni capacitación y sólo el interés personal prima para organizar charlas y talleres, aunque sus economías se debilitan.

El mundo de la Inteligencia Artificial, es un reto mayor para todos, es un motivo para creer en otra educación, la niñez y la juventud están creciendo rodeados por la misma.