Deportivo Quito regresa a jugar en el Olímpico Atahualpa

Deportivo Quito regresa a jugar en el olímpico Atahualpa.
Deportivo Quito regresa a jugar en el olímpico Atahualpa.

Redacción QUITO

Camisetas rojas, negras, azules, pero todas tengo en algo en común, el escudo de Deportivo Quito. Las puertas, aún cerradas, se abarrotaban de gente, que esperaba con ansias ingresar al estadio. Un grupo de hinchas, ingresaban con bombos y banderas para adornar la ‘prefe’. La fiesta se tomaba el estadio.

Casi como ritual, él ‘Y dale Quito, dale’, el papel picado y los rollos de papel, encendieron la fiesta en la preferencia. Los bombos y cánticos acompañaron e inyectaron emoción a los hinchas que poco a poco pintaban de azul y rojo las gradas.

El pitado inicial tardó y la ansiedad se apoderaba de los niños, jóvenes y adultos que, con las manos entrelazadas como un rezo y una que otra lágrima, se santiguaron y el partido inició.

La hinchada del Deportivo Quito, una vez más, acompañó al equipo de la Ciudad en el Atahualpa. Foto: Twitter Samantha Yépez.
La hinchada del Deportivo Quito, una vez más, acompañó al equipo de la Ciudad en el Atahualpa. Foto: Twitter Samantha Yépez.

Después de 11 meses, los hinchas ‘chullas’ volvieron al Olímpico Atahualpa y el que menos, buscó guardar el momento con una fotografía o un video.

Previo al ingreso las viejas glorias de Deportivo Quito desfilaron por la cancha y saludaron a la afición en medio de aplausos.

El marcador permanecía 0-0-, pero los bombos jamás dejaron de sonar. Cerca de finalizar el primer tiempo llegó el gol, toda la afición se unió en un grito unísono para festejar el gol. Conocidos y desconocidos compartieron una abrazo, los dos corazones volvieron a latir y las lágrimas de emoción por regresar a casa no faltaron.

El segundo tiempo inició y, como en una final, la hinchada cantó por segunda ocasión un gol, era inevitable no compartir la alegria. Una hinchada que jamás dejó de alentar a su equipo, que en más de un oportunidad se dejó llevar por el sentimentalismo y lo plasmaron con un cántico que retumbó en todo el estadio: “vamos a volver”. En cada gol los jugadores se acercaban a la preferencia y festejaban con los hinchas, un símbolo de gratitud por acompañarlos y no dejar de alentar cada partido. Así como lo dijo César Pardo, la hinchada del Quito es un verdadero misterio de fé.

El presidente del club Juan Manuel Aguirre subió a un muro y como un grito de guerra dio la pauta para el tradicional ‘Y dale Quito, dale’. “Por el Deportivo Quito, vamos a volver carajo”, dijo y las cerca de 2000 personas que acudieron a esta localidad entonaron en coro la barra.

Llegó el momento que nadie quería, terminó el partido y como es costumbre, la hinchada llamó a sus jugadores, dedicó un canto y aplausos. El camino para Deportivo Quito es largo todavía pero no pierden la esperanza de algún momento volver a la serie de privilegio. (MP)