Atraso en pago de servicios básicos cae en Quito y Guayaquil

La economía familiar mejora respecto al nivel durante la pandemia, pero no sale aún de la crisis.
La economía familiar mejora respecto al nivel durante la pandemia, pero no sale aún de la crisis.

Aunque la crisis sigue siendo una realidad en la economía ecuatoriana, el consumo comienza a reactivarse en las dos grandes ciudades del país. 

Durante los momentos más duros de la pandemia, el 54% de las familias quiteñas tuvo retrasos en sus pagos de servicios básicos, préstamos o gastos educativos. En el casos de los hogares guayaquileños, la mora llegó hasta el 62%.

Y aunque la crisis sigue presente, esos niveles se han reducido de 2020 a 2021, según un estudio de la consultora Kantar.

En la capital, por ejemplo, la crisis sanitaria provocó, en primera instancia, que a seis (6) de cada 10 familias no les alcanzara el dinero para cubrir la totalidad de las facturas de agua, luz, teléfono, internet, entre otras. Ahora, el porcentaje bajó a entre el 20% y el 30%; es decir, todavía casi tres (3) de cada 10 hogares tiene problemas para cumplir con sus obligaciones.

En el caso de Guayaquil, las cifras de morosidad todavía promedian el 30%, lo que representa un problema grave, a pesar de la mejoría.

Antes de la pandemia, los niveles de impago eran, en promedio, del 15% tanto en el puerto principal como en Quito.

Lorena Mendoza, economista y socióloga, comentó que el país lleva más de cinco años en un continuo estancamiento económico, el cual se profundizó desde marzo 2020.

«Tenemos una sociedad con bajos ingreso y con pocas oportunidades de empleo de calidad. La situación se está estabilizando hacia los niveles anteriores a la irrupción de la Covid-19, los cuales ya eran preocupantes», acotó

Además, si se toma en cuenta el promedio nacional, el nivel de morosidad incluso supera el 40%, y a eso hay que añadir los problemas de endeudamiento formal e informal.

Recuperar el consumo perdido

En abril del 2020, casi el 70% de los hogares consideraban que debían restringir el  consumo solo a lo necesario. Ahora, ese porcentaje bajó al 40%. Eso muestra que hay una reactivación vinculada a la recuperación de la mitad del empleo adecuado perdido durante la pandemia. 

Sin embargo, todavía están a la saga en la lista de prioridades de gastos las actividades relacionadas con turismo, entretenimiento y cultura, que son de los sectores más afectados por la actual crisis.

Asimismo, aunque haya más predisposición al gasto, un 42% de las familias aseguran que el dinero les alcanza con las justas y no tienen espacio para el ahorro; mientras un 10% adicional afirma que incluso tienen que comerse sus ahorros para recuperar parte de su capacidad de consumo.

Solo el 34% de los hogares reportan que puede ahorrar poco o mucho durante cada mes. (JS)

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