El 2020 fue un año cargado de angustia, incertidumbre, miedo y dolor, sin embargo, en medio de ese tipo de emociones también hubo personas que procuraron generar iniciativas para salir adelante.
Diana Carolina Almeida, directora ejecutiva del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), fue una de ellas y decidió, hace poco más de un año, asumir el reto de no dejar de lado y transformar la fiesta mayor de los ambateños.
¿Cómo fue asumir la dirección en una época tan complicada por la pandemia?
Definitivamente ha sido un reto, pero si algo tengo claro es que uno tiene dos opciones en la vida, o ver el vaso medio lleno o en el vaso medio vacío, y yo lo vi medio lleno y entendí que esta era la oportunidad perfecta para devolverle a la Fiesta su verdadero significado.
La celebración de la Fiesta de la Fruta y de las Flores, nació con su gente, con ese ímpetu de no dejarse vencer y de renacer de entre las cenizas, lo que le ha valido el convertirse en un patrimonio inmaterial cultural del Estado ecuatoriano.
Para los ambateños eso es algo digno de orgullo, lo que nos debe impulsar a fortalecerla y mantenerla, mostrándole al mundo que tenemos la capacidad de surgir de la nada, de reinventarnos en medio del dolor, de seguir creyendo en nuestras capacidades y evolucionar al punto de continuar siendo fuertes y productivos a pesar de las adversidades.
“Como ambateños nunca nos echamos a morir, siempre hemos luchado y salido adelante y esa es la misma esencia de la Fiesta”.
Diana Almeida, directora ejecutiva del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores.
¿Cuál ha sido la transformación vivida?
Legalmente, no podíamos hacer nada porque la Ordenanza nos estipulaba que los eventos tenían que hacerse únicamente dentro de las fechas centrales de la Fiesta, pero se logró la reforma de la normativa y eso nos permitió establecer actividades conmemorativas de la FFF durante todos los meses del año.
Así, a parte de los actos patrimoniales, tuvimos el Inti Raymi, se realizó el evento por el natalicio de Jorge Enrique Adoum, además, vamos a tener varias actividades por el Mes de la Juventud ahora en agosto.
Esto último porque se requiere justamente, conectar a la Fiesta con el evento que la impulsó, que fue el terremoto del 5 de agosto de 1949. Entendiendo eso es que se escogió el origen como el punto de partida de la celebración de este año, y que nos ha dado grandes resultados por la participación y aceptación de la colectividad.
TOME NOTA Para el Mes de la Juventud, agosto, se tienen planificadas varias actividades por parte del Comité Permanente de la FFF.
¿Cuáles fueron las novedades que se presentaron este 2021?
Fue complicado mostrar que la FFF es más que solamente los eventos de grandes proporciones y eventos masivos. Así que luego de una investigación exhaustiva de lo que se requería en la ciudad decidimos, como Comité, intervenir en la cotidianidad del ambateño, irrumpiendo con alegría y esperanza en sus espacios habituales, pero salvaguardando la salud y la vida de nuestra gente.
Así nació ‘Música desde el balcón’, que llegó a los barrios, en donde tuvimos contacto con la gente que, desde sus ventanas, sus balcones o en la calle, guardando las distancias y las medidas de prevención para evitar contagios, disfrutaba de tardes llenas de música. Esto fue necesario para romper los temores y problemas que lleva consigo el encierro a causa de la pandemia.
También estuvieron los ‘Pregoneros de esperanza’, que llegaron hasta los mercados a darle un momento de diversión a la gente, a los niños que acompañan a sus madres a trabajar en estos espacios, a darle un mensaje que revitalice el ánimo de la comunidad.
Mostramos las esculturas y alegorías que, si bien no se hicieron en los días centrales de la FFF, cautivaron a toda la ciudad. Pues la gente tuvo la oportunidad de disfrutar con mucha más cercanía de estas obras de arte.
Presentamos las memorias del origen y pregón de la esperanza, todo vinculado a resaltar la calidad de la gente y la producción de Ambato. Todo esto fue una muestra del por qué el ambateño que está fuera quiere con todo su ser regresar y vivir y sentir a su tierra y su gente, porque Ambato no solo es un punto geográfico, Ambato es todo lo que hace, siente y produce su gente.
“La FFF 2022 es una agenda complementaria a lo realizado en este año, todo siempre siendo responsables y pensando en la salud de los ambateños”.
Diana Almeida, directora ejecutiva del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores.
¿Esto va a mantenerse?
Con esta extensión de la celebración, nos dimos cuenta que la gente disfruta al máximo de los actos centrales de la FFF, pero también fue muy evidente que las personas están deseosas de eventos artísticos y culturales durante todo el año, y a eso hay que apuntar. Con ello se logra tener presencia y valía de la Fiesta Mayor de la ciudad durante todo el año.
Pero las cosas no se logran solas, por eso hemos trabajado articuladamente con el Departamento de Cultura del Municipio de Ambato para impulsar esa transformación y ahora es necesario que continuemos uniendo fuerzas con más organismos para que la FFF se mantenga firme y se fortalezca año tras año.
No es que a la gente no le gusten los eventos artísticos y culturales, es que en la ciudad no contamos con una oferta permanente de estos y hacia allá debemos apuntar”.
Diana Almeida, directora ejecutiva del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores.
¿Cuáles son las proyecciones?
La Fiesta 2022 viene recargada, por decirlo de alguna manera. Nosotros contábamos con una amplia agenda para este año y por las restricciones no se pudo ejecutar, por eso es que para la siguiente edición queremos presentar un Ambato lleno de vida.
Programamos tener más oferta presencial que digital. Este año impulsamos los materiales audiovisuales que permitieron visibilizar nuestra gastronomía, nuestro talento y todo lo que tiene la ciudad, pero para 2022 queremos hacer de Ambato un museo de arte contemporáneo, al que venga gente de todo el Ecuador a visitar obras artísticas nunca antes vista. La ciudad tiene esa capacidad y esa recepción.
Todo el trabajo que se va a hacer está enmarcado dentro de la responsabilidad con la salud de los ambateños, pero no se puede dejar de lado la necesidad de activar todos los espacios y sectores que anhelan reactivarse económicamente para fortalecer a la ciudad.
Como ambateños debemos seguir siendo valientes y recordar que casi no se habla del Ambato de antes del terremoto del 5 de agosto de 1949, por eso es nuestra responsabilidad seguir fomentando esa herencia dejada desde quienes decidieron no echarse a morir luego de tan fuerte remezón y pusieron toda su fuerza y espíritu para levantar a la ciudad de entre las ruinas.