No es ni victimizar ni alardear sobre los temas que corresponden a la violencia, pues las estadísticas no mienten.
Según la ONU Mujeres, desde el 1 de enero hasta el 3 de septiembre de 2022, se registraron en Ecuador un total de 206 casos de muertes violentas por razones de género, de las cuales 85 son femicidios, 115 femicidios por delincuencia organizada, 6 transfemicidios, es decir, cada 28 horas una mujer es asesinada por razones de género en Ecuador.
La violencia normalizada
En entrevista de Diario La Hora con Karina Ponce, presidenta de la Organización Megamujeres, afirma que la violencia está basada en género, “hombres o mujeres hemos convivido en condiciones de desigualdad, desempeñando roles frente a estereotipos”.
Un ejemplo notorio en la historia nacional revela que las mujeres accedieron a la educación superior muchos años más tarde que los hombres. Asimismo, los argumentos de Karina Ponce sobresalen frente a varias actitudes que destacan en su organización frente a los casos actuales en el país. “Cuando una mujer decide trabajar y salir adelante por sí misma, incomoda a muchos hombres y son sometidas a ellos, con el pasar del tiempo se va generando más desagrado y aparece la violencia”.
No es ni victimizar ni alardear sobre los temas que corresponden a la violencia, pues las estadísticas no mienten. Va creciendo la escala de violencia y cuando la mujer se da cuenta ya es difícil salir.
Análisis
Paola Sánchez, doctora en medicina familiar y con un masterado en medicina ocupacional, comenta: “No es que no exista violencia contra los hombres, sino que estadísticas en el mundo han demostrado que la mujer es violentada año tras año; acciones que obstaculizan la contratación a un empleo, un ascenso o estabilidad y permanencia en un trabajo”.
Lo relacionado con el hogar se mantiene como una práctica común, es taponado con oraciones como “problemas entre parejas”, “algo tuvo que haber hecho mal” y “no te metas en problemas matrimoniales”.
En cuanto a la oficina, siendo uno de los espacios más acudidos diariamente por hombres y mujeres; la desigualdad de género no es menor. Paola Sánchez destaca los diferentes tipos de violencia que existen hacia la mujer, iniciando con el salario mensual, un hombre en la mayoría de los casos gana más que una mujer. Además, “las mujeres son contratadas en empresas para vender marcas, cerrar contratos o para mostrar una cara bonita”, según la analista.
Las situaciones más preocupantes dentro de empresas públicas y privadas están vinculadas a la maternidad, mujeres que han sido obligadas a solicitar la renuncia porque no se les quiere pagar lo correspondido por su trabajo, son vistas como discapacitadas, vulnerables e incluso violentadas por querer ser madres.
La discriminación y violencia no es solamente de las empresas públicas y privadas, las leyes como un respaldo a la mujer dicen lo siguiente: El artículo 25 de la norma establece un período de lactancia materna de 12 meses, después de que se da parto. Pero en septiembre de 2021, un dictamen de la Corte Constitucional amplió el periodo de lactancia hasta los 15 meses. Es decir, cuando el niño cumpla un año y tres meses.
Conclusiones
No hay necesidad de presenciar un femicidio para decir ‘Ni una menos’, no hay necesidad de revisar las estadísticas diarias de violencia intrafamiliar, no hay que sorprenderse por las causas de discriminación que son notorias en nuestro país, más bien se deberían aplicar políticas públicas para erradicar esta problemática.
EXTRACTO
“Una mujer con un moretón en la cara provoca una reunión para chismear y no para auxiliar” – Karina Ponce, presidenta de Organización MegaMujeres.