Mientras, artesanos del calzado local están preocupados porque se les exige permisos y requisitos de legalidad para comercial su producto, la competencia informal de zapato importado trabaja sin ningún control.
Esta feria de comerciantes extranjeros ha tomado fuerza debido a que ya son 14 los puestos que se ubican los lunes y feriados a vender calzado deportivo a vista y paciencia de agentes de control, y sin que las autoridades del Servicio nacional de Aduanas decomisen estos productos.
Los comerciantes no emiten ningún tipo de factura, tampoco pagan impuestos y en caso de ser investigada la procedencia del producto no pueden justificarla.
Guillermo López es diseñador y productor de calzado desde hace 30 años, pero con esta competencia considera su negocio como un pasatiempo, pues sino fuera por los clientes fijos que tiene ya hubiera quebrado, comentó.
Andrea Lema, heredó de su padre el oficio de hacer calzado deportivo, pero ella dice que prefiere arriesgar su vida en los viajes que hace hasta la Costa ecuatoriana porque allá es más apreciado el calzado que en su misma tierra.
La mujer sostiene que la falta de control a estas personas les perjudica a los productores nacionales. “Pese a que invertimos en materia prima de calidad, la gente no aprecia ya lo nuestro prefiere pagarles a los extranjeros por unos zapatos que no duran ni 10 meses”, afirmó Lema.
Ella al igual que otros productores y comerciantes de insumos para calzado dicen que este es un golpe bajo que nadie ha querido resolver, porque pese a estar a vista y paciencia de las mismas autoridades nadie retira esa mercadería ilegal del mercado.
Un control que no llega
Desde el Municipio el retiro de este producto se daría por el hecho de estar en espacio público sin ningún permiso, pero ya la comprobación legal de su origen le corresponde al Servicio Nacional de Aduanas, sin embargo, nunca han estado por esta zona, así lo afirma el productor de calzado Leonardo Ledesma, quien dijo que en cambio varios productores ambateños han perdido capital y producto porque al trasladarlo a otros mercados ha sido decomisado por supuesto contrabando.
Al respecto, Orlando Egüez, productor de calzado, dijo que ante estos inconvenientes se reunieron mediante mesas de trabajo para pedir a la Gobernación mayor control sobre el calzado de contrabando que entraría desde Colombia.
Dentro de las negociaciones se estableció que se hará un censo de los productores de calzado para identificarlos como productores de calzado nacional, y revisar los casos de los compañeros con proceso administrativo que ya fueron culpados de contrabando.
Este medio de comunicación, a través de una llamada telefónica, intentó buscar la versión de la Dirección Distrital del Servicio Nacional de Aduanas, sin embargo, desde la secretaría de esta institución se informó que no podían atender ningún pedido de información por teléfono, y que el periodista se debía acercarse con un oficio de manera presencial a las oficinas ubicadas en Latacunga. (CNS)