Un grupo de disfrazados descansan en la casa del prioste en espera del almuerzo.
Yumbos, monos, lobos y tigres pasean por José Guango Alto durante dos semanas que duran las celebraciones de la Santísima Cruz, imagen a la que se le atribuyen varios milagros.
Esta parroquia está a 30 minutos de Latacunga en las faldas del Cotopaxi y con una vista privilegiada de las montañas que la rodean.
La fe de la gente es lo que mueve esta festividad en donde bailarines y acompañantes comen y beben gracias a la voluntad de los priostes que en esta ocasión fueron tres familias que se esmeraron en cocinar y festejar con tres tarimas, tres bandas y grandes castillos de fuegos artificiales.
En la noche se puede ver a los personajes que sin miedo bailan entre chispas y explosiones de los castillos, José Guango es un pueblo amable de gente que te sonríe e invita a compartir el baile y la comida sin importar que seas foráneo.