“A los tiempos pan de Pinllo”, es una de esas frases que se pronuncian en todo el Ecuador y que sirve para denotar sorpresa ante un agradable encuentro. Esta expresión demuestra la predilección y gusto por este pan que se elabora en Ambato.
Un horno de leña que ya pinta negro por el fuego es uno de los principales utensilios que son necesarios para la preparación de este pan que se elabora en la tradicional parroquia de Pinllo, que resulta un punto importante si de la gastronomía de Ambato se habla.
DATO: En auto, Pinllo se ubica a 10 minutos del centro de Ambato.
“Esta receta es de mi suegra (Zoila Velastegui de Bonilla) y según ella contaba tiene más de 150 años dentro de la familia, porque nos decía que la aprendió de sus suegros, entonces ya estamos casi en la cuarta generación”, contó Amanda Poveda, heredera del legado del ‘pan de Pinllo’.
Más historia
Zoila Velastegui de Bonilla fue una de las guardianas de esta receta que gracias a esta familia sigue vigente en la parroquia.
“Yo entraba a ayudar y me dijo le gusta hacer pan, quiere aprender y la verdad que me gustó. Luego comenzamos a trabajar nosotros solos, mi hija vino de Italia y les dije vengan y trabajen, ellos tomaron parte de esto y abrieron más campo”, contó doña Amanda.
Además, fue ella quien continuó con la elaboración del pan cuando su suegra falleció. “A ella también le entrevistaba la prensa, la televisión, le decían señora Zoilita deje la receta, ella decía no porque es solo para mis hijos”, contó con una sonrisa.
En la parroquia Pinllo varias familias guardan recetas que son únicas y que se transmiten entre generaciones, como la colada morada, gallinas, fritada, empanadas y otros secretos son atesorados por los pobladores del sector.
Los secretos
Amanda aseguró que un ingrediente especial en la preparación es la manteca de chancho. “La tradición es hacer el pan en el horno de leña, horneamos al piso”, mencionó doña Amanda.
El horno se prende a las cuatro de la mañana, le dejan reposar un poco y se empieza con la primera tanda de panes. Si está muy caliente, con la escoba de eucalipto le humedecen para que venga a tranquilizarse.
El pan debe su aroma especial a todo el proceso y cada detalle que desde hace tiempo atrás se han cuidado. “Antes no había harina blanca contaba mi suegra, solo la molida por uno mismo y hacían un exquisito pan”, comentó.
Para los ecuatorianos que viven en el exterior este pan es uno de los componentes principales de su equipaje al momento de retornar a sus países de residencia. “La gente que viaja al extranjero dicen que si no llevan el pan es un pecado”, señaló.
Doña Amanda se declara como enamorada de la tierra que la vio nacer. “Es una ciudad hermosa, llena de tradiciones, de gente linda, de trabajo, yo siempre le doy las bendiciones a la ciudad que ha acogido a las personas, que Dios cuide a Ambato”, finalizó.