El aspecto de las uñas qué dice de su salud

Atención. Las personas deben poner atención especial en el cuidado de las uñas, no solo por estética, sino por salud.

El aspecto de las uñas puede revelar muchas cosas acerca de una persona. El modo en que están pintadas, por ejemplo, es una forma de conocer sus gustos estéticos, sobre todo a partir de las modas cada vez más sofisticadas y riesgosas.

Sin embargo, su aspecto no solamente tiene que ver con la apariencia de una persona, pues esto va más allá. Unas uñas sanas y fuertes, de un color rosado uniforme y con una pequeña media luna más clara en la base, llamada lúnula, hablan de una buena salud general y de unos buenos niveles de nutrición e hidratación.

Si estas presentan un cambio en su forma o color, puede ser que se esté dando algún tipo de problema dentro del organismo.

 En cambio, cuando presentan distintas tonalidades o irregularidades en su forma y su textura, pueden ser señal de problemas de salud. Algunas de las alteraciones más comunes en las uñas se enumeran a continuación.

 

EL DATO
Las estimaciones indican que el mercado de esmaltes y otros cosméticos 
para las uñas moverá más de 15.000 millones de dólares en 2024.

 

 

Uñas amarillentas

Esta es una de las anomalías más comunes en la superficie de las uñas. Puede responder al uso de esmaltes con formaldehído y el tabaquismo. La nicotina y el alquitrán de los cigarrillos se impregna sobre todo en los dedos índice y corazón, hasta problemas en el hígado.

También puede ser por hongos o problemas nutricionales, como un déficit de vitaminas del grupo B o un consumo elevado de suplementos de vitamina A o de alimentos con betacaroteno como naranjas, calabazas y zanahorias, entre otros.

 

Manchas blancas

Hay quienes creen que indican una falta de calcio en el organismo, pero en general no es así. En su mayoría se debe a un fenómeno conocido como leuconiquia, que es fruto de alguna lesión y no tiene otras consecuencias.

Sin embargo, también puede ser señal de problemas hepáticos, renales o de una falta de nutrientes como albúmina o zinc.

 

Verdosas o azuladas

El tono verdoso es por la presencia de hongos o alguna infección bacteriana. El aspecto azulado, morado o púrpura, por su parte, revela bajos niveles de oxígeno en la sangre, en general ocasionados por problemas de circulación, cardíacos o pulmonares, como el enfisema y la bronquitis crónica.

 

Frágiles y quebradizas

La causa más frecuente es una alimentación deficiente. Puede ser por la carencia de biotina u otras vitaminas del grupo B y también vitamina D, o una mala hidratación.

El estrés también las vuelve quebradizas. También están las infecciones por hongos, problemas en el hígado o los riñones y enfermedades como diabetes, osteoporosis, hipotiroidismo y psoriasis ungueal (en las uñas).

Además, las uñas se vuelven más frágiles como consecuencia del envejecimiento.

 

Estrías y rugosidades

Las estrías pueden ser longitudinales o transversales. Las primeras por lo general aparecen con la edad y no representan ninguna patología.

Las que van de lado a lado, a menudo revelan la existencia de psoriasis ungueal.

Las estrías y otras rugosidades en las uñas, sobre todo pequeñas hendiduras que parecieran haber sido practicadas con alfileres, también pueden deberse a cuadros agudos de fiebre, alteraciones nutricionales, problemas renales o eccemas.

 

Coiloniquia o uñas cuchara

En este caso las uñas se aplanan, presentan cavidades o adoptan una curvatura contraria a la normal, con la parte central hundida y los costados levantados.

En general, este problema se asocia con la anemia ferropénica, es decir, la carencia de hierro en el organismo.

 

Consejos – Para tener unas uñas sanas

1.- Mantenerlas limpias. La higiene de las uñas es fundamental para reducir la probabilidad de problemas, sobre todo si se tiene en cuenta la gran cantidad de bacterias y otros microorganismos que se alojan en el área subungueal.

2.- Limitar el contacto con el agua. La humedad crea un ambiente más propicio para la proliferación de microbios.

3.- Alimentarse e hidratarse bien, pues muchos de los problemas en las uñas se derivan de carencias nutricionales.

4.- Cortarlas rectas y no morderlas. Al cortar las uñas, se debe procurar seguir una curva suave sin irregularidades, pues estas también favorecen la presencia de bacterias.

5.- Evitar los cosméticos de mala calidad. Muchos de estos productos incluyen sustancias abrasivas que las debilitan y favorecen la acción de bacterias y hongos.

6.- Estar atentos a sus señales. Los cambios de color, forma y textura son señales con los cuales las uñas alertan de que algo puede estar sucediendo.