San Fernando, una parroquia de tierra colorida

Entre las montañas se encuentra el centro parroquial.
Ubicación. Entre las montañas se encuentra el centro parroquial.

Los campos, la fe y la tranquilidad de San Fernando son características que hacen de esta parroquia un buen lugar para vivir.

Este sector era conocido como Pasa Grande, pero sus habitantes mediante una petición al Concejo Municipal solicitaron que se les eleve a parroquia, pues argumentaban que las autoridades tenían sus sedes demasiado lejos.

Varios años de gestiones y solicitudes tuvieron que pasar hasta que el 21 de julio de 1941 se declara como parroquia civil.

San Fernando se encuentra en medio de montañas, está a dos kilómetros de Pasa y el camino hasta aquí está lleno de árboles, potreros, maíz y trigo.

El centro es un lugar calmado, apacible con la típica distribución donde se puede encontrar la iglesia, escuela, casitas de teja, la cancha y una fuente con la imagen de San Fernando.

Don Rodrigo ha sido testigo de los cambios de la parroquia.
Habitante. Don Rodrigo ha sido testigo de los cambios de la parroquia.

Rodrigo Toapanta tiene 76 años, sus padres y abuelos también habitaron en la parroquia, cuenta que tiene recuerdos del terremoto de 1949, que vio desaparecer la iglesia y derrumbarse muchas casas. “Era hecha de piedra pishilata, igual todo el centro no estaba pavimentado como ahora”, afirma.

La iglesia guarda la imagen de San Fernando, santo al que le tienen mucha y por el que se llevan a cabo dos fiestas en el año, una que inicia en mayo y la segunda para el mes de octubre.

“Viene gente de todas las provincias, antes habían danzantes, yumbos y el oso, eran bonitas las fiestas, ahora ya se ha perdido”, cuenta Toapanta.

Para Don Rodrigo lo mejor de vivir aquí es su relación con los vecinos y el poder seguir en el lugar donde tuvo sus mejores recuerdos. “Aquí se tiene el aire fresco, todos los vecinos nos conocemos, es bonito seguir en San Fernando”, comenta.