Aunque son poco comunes los casos de hormigueo en piernas y brazos, es importante aprender a identificar la distribución del dolor y sus tiempos, para de esta forma tomar en cuenta los síntomas y poder prevenir algún problema de salud.
Si los hormigueos se presentan en los brazos y las piernas podría tratarse de un caso de polineuropatía, pero si es a lo largo de una raíz nerviosa podría tratarse de una ciática o una neuritis.
El hormigueo frecuente en las extremidades inferiores también puede ser desencadenado por factores diferentes a los ya mencionados.
En muchos casos, el síntoma aparece por haber consumido algún elemento tóxico, o algo absorbido a través de la piel, toxinas como el talio, el mercurio, el anticongelante e incluso el arsénico están relacionadas y es necesario actuar con rapidez.
Los mismos síntomas, incluido el hormigueo en las manos, también pueden ser efecto secundario del consumo de ciertos medicamentos, como los que se usan para tratar el sida, el cáncer o los problemas cardíacos.
Sin embargo, nada de esto es comprobado a menos que los pacientes que sufren de estos síntomas acudan a consultas médicas. (VAB)