Observar perros en la vía pública de Ambato resulta común para muchos, sin embargo, el inconveniente social que genera, va más allá.
Se trata de animales que por una u otra razón terminaron en abandono y situación de calle, expuestos a maltratos, atropellos, envenenamiento y más.
Por el centro de Ambato, específicamente, cerca de los mercados y parques, se pueden observar a los perros que transitan por el sitio.
Moradores y comerciantes del lugar, les brindan algo de alimento y agua, “es que, si me da pena, suelo darles lo que queda de mi comida y siempre les tengo un tarrito de agua”, dijo Rosario Pico, comerciante de la plaza Primero de Mayo.
Como ella, otras personas se han unido a la labor de ayudar, pero también hay de aquellos que temen por su presencia, pues dicen, que podrían ser atacados. “Algunos son bravos, yo les tengo miedo, y más cuando están en grupo, uno no se sabe en qué momento podrían morder”, sostuvo Lidia Núñez, transeúnte.
Falta control
En Ambato hay una ordenanza establecida desde 2009, con varios vacíos legales, que pide una reforma y actualización inmediata. Esto es confirmado por Alexandra Lara, especialista, que labora en el albergue municipal, y quien sostiene, que precisamente la normativa, que lleva 12 años en vigencia, les impide realizar un trabajo más integral en lo que se refiere a fauna urbana como tal y generar un verdadero bienestar animal.
“Cuando ingresé a la institución en julio de este año, se participó al Concejo Municipal de Ambato sobre la necesidad de una reforma a la ordenanza porque la Ley, así, no nos ayuda. Existe una ausencia importante en lo que tiene que ver con sanciones”, agregó la funcionaria.
Si usted conoce de casos de abuso y maltrato animal, puede hacer su denuncia llamando al número 032 49 84 30 o acercarse directamente al albergue municipal.
No existen estadísticas
Lara manifestó que en lo que respecta a una cuantificación aproximada, sobre la población canina, no se han realizado censos que pudieran determinar cuántos perros callejeros viven en la vía pública, debido, según explica, a la gran extensión geográfica de la ciudad.
Sin embargo, destaca que, a través de una unidad móvil se realizan ayudas, asistencias y rescates, a aquellos animales que se encuentran heridos, extraviados o en situaciones de riesgo.
Esto, siempre y cuando estén en situación de calle, porque, cuando hay denuncias de maltrato u otros, dentro de domicilios, la ley no le permite el ingreso a propiedad privada, aún si se trata de rescatar a una mascota en malas condiciones.
“Cuando tenemos ese tipo de quejas, tratamos de dialogar y sensibilizar a los propietarios, para que realicen una entrega voluntaria”, dijo.
Existen otros albergues que no forman parte de la red pública, administrados por activistas que intentan brindar ayuda a estos animales, según la funcionaria, pese a ser particulares, deben estar regentados por la entidad de salud pertinente. (MAG)
| Adoptar es una buena opción |
En el albergue municipal de Ambato existen perros que sobrepasan el año de edad, que están listos para ser acogidos por una familia. El horario de atención es de 08:00 a 16:00, de martes a sábado.